Algunas personas bromean diciendo que “caen muertos” cuando tienen sueños profundos pero el preso, Gonzalo Montoya Jiménez llevó esto a las grandes ligas despertando en su autopsia.
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El suceso tuvo lugar en 2018, cuando el reo fue encontrado inmóvil en su celda y declarado muerto a sus 29 años, por lo que las diligencias para retirar el cuerpo comenzaron.
El hombre abandonó la Penitenciaría Central de Asturias en España en una bolsa para cadáveres tomando rumbo a la morgue donde se realizaría la autopsia.
Los profesionales que se encontraban en el lugar estaban listos para comenzar su labor cuando escucharon ruidos provenientes de la bolsa, al abrirla se encontraron con que Gonzalo estaba vivo.
El caso causó mucho revuelo pues antes de salir de prisión tres médicos habían asegurado que el reo estaba muerto.
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“Dos médicos de la prisión concluyeron que tenía signos clínicos de muerte después de pasar lista por la mañana e informaron a la policía, a sus familiares más cercanos y a un tribunal de guardia local como parte del procedimiento estándar. El tribunal envió a un médico forense que fue quien realmente confirmó su muerte. Tres médicos han visto signos clínicos de muerte, por lo que todavía no está claro exactamente por qué ocurrió”, explicó un portavoz de las autoridades.
Después de esto, el preso permaneció 10 día en el hospital donde se descubrió una lesión en sus riñones, y se informó que el hombre tomaba antidepresivos y tenía un historial con intentos de suicidio e aunque no se esclareció el motivo por el que tres profesionales no pudieron encontrarle signos vitales.
GR