En las calles, miles de ucranianos marcharon por la unidad del país este fin de semana, y de paso gritaban a Rusia: “¡Fuera de Crimea!”; mientras, en el palacio Mariyinski, sede presidencial, Volodímir Zelenski pedía a Joe Biden que lo visitara en Kiev para que expusiera su apoyo incondicional ante una eventual invasión rusa.
Temor e inquietud se respira en Ucrania, nación exsoviética de 44 millones de habitantes. A pesar de las mesas de negociación, el impacto psicológico de meses bajo la amenaza de una guerra van haciendo mella en sociedad civil y gobierno.
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Hace unas semanas Zelenski -antes de Presidente, actor de telenovelas-, pedía a los países de occidente no “generar pánico”, hoy parece tarde, y Estados Unidos no baja la intensidad de sus advertencias. “Rusia podría invadir Ucrania en cualquier momento”, fue la última afirmación ayer desde Washington, tras lo que califican como “un fracaso” en los últimos esfuerzos diplomáticos, situación que Alemania, a su vez, llamó “crítica” y que quiere mejorar enviando a su jefe de gobierno a Kiev y a Moscú.
Mientras EU llamó a sus ciudadanos a abandonar Ucrania, otros gobiernos alertaron a sus connacionales a mantenerse informados de la situación al momento y acercarse a sus respectivas embajadas en caso de una incursión militar.
El personal estadounidense de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) inició ayer su retiro de la ciudad de Donetsk, al este de Ucrania. Australia, Canadá y España se sumaron a los gobiernos que piden a sus ciudadanos abandonar suelo ucraniano.
Los dos primeros países siguieron el ejemplo de Reino Unido y ordenaron la salida del personal de sus embajadas en Kiev. Otras naciones, como México, llaman a no viajar hacia Ucrania.
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A Rusia le importan “una mierda” las posibles sanciones que países de occidente le pudieran imponer, afirmó la víspera el embajador ruso en Suecia, el veterano diplomático Viktor Tatarintsev, al diario sueco Aftonbladet. Lo que se entiende tomando en cuenta la presencia de más de 100 mil soldados rusos desplegados en la frontera ucraniana y en medio de maniobras militares en el mar Negro y Bielorrusia.
Este sábado, Biden mantuvo una conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladimir Putin, pero admitió que no le dio “motivos para el optimismo”. Al saberlo, el premier británico, Boris Johnson, anunció que hará un nuevo intento diplomático con “acciones fuertes”.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
FRASE
“Estoy convencido de que su visita a Kiev (la capital) en los próximos días sería una señal poderosa y ayudaría a estabilizar la situación frente a una potencial invasión”
Volodímir Zelenski
Presidente de Ucrania
La OTAN y la UE mantienen alerta máxima
Nadie quiere dar el campanazo del inicio de una guerra en tierra, aire o mar, y el discurso de la diplomacia permea… pero los informes de inteligencia de la Casa Blanca en poder de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (UE) alertan de una inminente escalada en las hostilidades, en algunos casos con todo y fecha.
Y es que la Alianza Atlántica, cuyo principio fundacional es eminentemente militar, ha brindado credibilidad a la información obtenida por la inteligencia estadounidense que apunta a una invasión rusa en torno al 16 de febrero. Con el temor añadido de que la intención de Rusia sea despertar una “guerra híbrida” de Moscú contra Europa, lo que implica presión migratoria sobre Polonia y ciberataques.
El presidente ruso, Vladímir Putin, tildó de una “especulación provocativa” la acusación de que Rusia esté preparando una invasión a Ucrania. Y así lo afirmó el fin de semana durante una conversación con su par francés, Emmanuel Macron.
Lo cierto es que nadie quita el dedo del renglón, y a la par de un discurso que apuesta por una salida en papel, las tropas y la artillería siguen avanzando.
LEG