El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, pidió el martes a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, una “desescalada verificable, creíble y significativa” en la frontera con Ucrania, según un comunicado del Departamento de Estado.
Blinken “señaló que, aunque cualquier nueva agresión rusa contra Ucrania provocaría una respuesta transatlántica rápida, severa y unida, seguimos comprometidos con un camino diplomático y creemos que sigue habiendo una oportunidad para resolver la crisis pacíficamente”, agregó el portavoz Ned Price tras una nueva llamada telefónica entre los dos ministros.
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Blinken “reiteró” también las “persistentes inquietudes” de Washington sobre el hecho de que “Rusia tiene la capacidad de lanzar una invasión a Ucrania en cualquier momento”.
Luego que Moscú dijo haber ordenado el inicio del retiro de fuerzas desplegadas en torno a Ucrania, Blinken “subrayó la necesidad de una desescalada verificable, creíble y significativa”, según el comunicado.
Blinken se declaró “impaciente” por recibir la “respuesta escrita” a las últimas propuestas estadounidenses sobre seguridad europea. Rusia prometió enviarlas a Estados Unidos “en los próximos días”, dijo el departamento de Estado.
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Los estadounidenses dicen que Rusia, que envió más de 100.000 tropas a la frontera con Ucrania, puede comenzar una invasión de un día para otro cuando así lo decida.
Moscú niega tener esas intenciones pero reclama especialmente que se le garantice que Ucrania no se incorporará a la OTAN.
LEO