La historia que entrelaza el camino de Clayton Kershaw y Matthew Stafford, ganadores de la Serie Mundial y el Super Bowl data de los primeros años de vida, ya que desde la primaria practicaron juntos los deportes en el que el otro ahora figura y al día de hoy, siguen acrecentando su amistad al apoyarse en cada título que consiguen.
Comenzó hace poco menos de tres décadas, cuando el hoy jugador de futbol americano se encontró al que terminaría siendo beisbolista en una escuela de Dallas. Su click fue inmediato e iniciaron una relación de amistad que fueron fortaleciendo gracias al deporte, pues se convirtió en la pasión de ambos niños.
En la preparatoria sus vidas seguían unidas gracias a que se mantuvieron estudiando juntos, pero fue en este punto donde sus talentos comenzaron realmente a notarse y de una forma bastante curiosa, pues ambos se ayudaron en la práctica de la disciplina en la que el otro destacaría; el hoy quarterback de los Rams era el catcher de Kershaw y el pitcher actual de los Dodgers fungió como centro de Stafford.
A este punto ya no había vuelta atrás y sus decisiones marcaron el resto de sus vidas; Clayton no continuó sus estudios debido a que se metió de lleno en prepararse para ser tomado en cuenta por un equipo de las Grandes Ligas, mientras Matthew tomó la beca de la Universidad de Georgia, en la que tomó un rol protagónico que lo mandó a la NFL.
Con el paso de los años ambos se volvieron figuras llegando al clímax en 2020, cuando el quarterback asistió al Dodger Stadium para ver como su amigo era parte del primer título de los Dodgers desde 1988. Un año después, Matthew era traspasado a los Rams que militan en la misma ciudad donde reside su compañero de toda la vida y eso le facilitó las cosas para que el domingo pasado ahora fuera el cuatro veces ganador al Premio Cy Young el que enfundado con su playera de los Rams, viera a su casi hermano ganar el Vince Lombardi.
LDAV