Karina Aguilar Vega
La pasada, fue la semana del orgullo periodístico, de la unión, del valor de un gremio que por la información que publica, por las investigaciones, por las preguntas, todos los días incomoda a grado tal que lo atacan desde las más altas esferas del país. Y en el peor de los casos, matan a sus integrantes.
El 15 de febrero, los reporteros dejaron solos a los senadores de Morena en su conferencia, luego de las agresiones verbales y escritas de algunos legisladores y de sus asesores denigrando la imagen de los periodistas.
Acto seguido, esa misma tarde, los reporteros que cubren todos los días la actividad en la Cámara de Diputados también expresaron su molestia. Desde el área delimitada para la prensa al interior del Salón de Plenos, los comunicadores dieron la espalda a los diputados de Morena cuando subieron a Tribuna y al grito de ¡Libertad de expresión! y ¡Nos queremos vivos! Protestaron por los ataques en contra del gremio y los compañeros asesinados.
Pero la inconformidad no cedió y al día siguiente llegó hasta la conferencia mañanera del presidente, Andrés Manuel López Obrador, donde un grupo de comunicadores decidió no hacer preguntas al primer mandatario, quien después de escuchar este anuncio, prefirió dar por terminada la conferencia, en lugar de exponerse.
Sin embargo, las protestas lo siguieron y desde Tijuana, Baja California, donde en lo que va del año han asesinado a dos compañeros, la periodista Sonia de Anda expresó al Presidente que el gremio está muy lastimado porque lo matan por hacer su trabajo. Y en honor a los fallecidos, hizo un pase de lista de los cinco compañeros a los que han asesinado este año en todo el país.
Del 2000 a la fecha, en México han matado a 150 periodistas, de ellos 47 se registraron en los seis años de Enrique Peña Nieto y 30 en los primeros tres años del sexenio de López Obrador, de acuerdo con la organización Artículo 19.
Estas manifestaciones de hartazgo se dan en un ambiente polarizado desde el Ejecutivo federal, quien cuando ataca a los periodistas de la élite, a los visibles y a los famosos, deja desprotegidos a los reporteros de la nota diaria, a quienes los servidores públicos creen tener el derecho moral de desprestigiar, de atacar, de acosar e incluso de maltratar.
Pero estos periodistas no tienen el ego de los grandes, estos compañeros que protestaron la semana pasada lejos de las cámaras y de un micrófono, fueron valientes y bajo el riesgo de ganar un llamado de atención de sus medios, tienen un punto a favor con el que no contaban sus atacantes: La unión. Y la unión hace la fuerza.
Y en Pregunta Sin Ofensa:
El presidente López Obrador y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se han quejado de las reglas que el INE sólo aplica y que les prohíbe promover la consulta para la revocación de mandato. ¿Ya se les olvidó que en las votaciones de 2019 los diputados y senadores de su partido, Morena, votaron en bloque a favor de estas reglas? ¿Tan corta memoria?
@aguilarkarina