Ante el daño a la salud que ocasionan los denominados productos milagro, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), arremetieron contra las empresas que promueven estos productos y pidieron al Senado, reforzar e incrementas las facultades para poderlas sancionar.
El titular de la Profeco, Ricardo Sheffield Padilla, explicó ante senadores la dificultad que enfrentan para poder bajar la publicidad engañosa de los medios de comunicación, por lo que propuso hacer una legislación que permita, incluso, retirar la concesión a quienes se nieguen a bajar los anuncios engañosos.
“Es importante que los senadores exploraran cómo perfeccionar este cuerpo jurídico, porque si lo más importante es bajar la publicidad y si el que no la quiere bajar no tiene castigo más que la multa y esas multas las pagan con sus mismas ventas, nos volvemos como autoridad parte de un círculo vicioso y hasta perverso” refirió Sheffield Padilla.
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Detalló que Profeco aplica multas, pero mientras las empresas siguen vendiendo las pagan, e incluso, las cargan al mismo producto. La siguiente medida -dijo- es ordenar al medio de comunicación que deje de difundir la publicidad, “pero ahora está el dilema cuando no quieren o se niegan a bajar. El más grave castigo que tienen esos concesionarios es la concesión del gobierno federal”, por lo que propuso retirar la concesión para inhibir esta conducta repetitiva.
Denunció que cuando Profeco ha intentando combatir el engaño, “el proveedor comercializa en Buenos Aires y el producto lo fabrican en Beijing y, en consecuencia se vuelve un reto importante para todas las agencias el lograr poner en su lugar y sacar del mercado esos productos”.
Dijo que el control de peso, la potencia sexual y los cosméticos, son los rubros donde se observa con mayor frecuencia los productos y la publicidad engañosa.
En tanto, Bertha Alcalde Luján, comisionada de Operación Sanitaria de Cofepris, alertó que la venta de estos productos obstaculizan tratamientos efectivos y que sí cuentan con garantía por parte de la Cofepris.
Destacó que el tema se agrava porque muchas de estas empresas que fabrican “medicamentos” cuentan con domicilios falsos.
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“Los suplementos alimenticios tienen que establecer la dirección en los empaques; cuando verificamos los lugares de fabricación, encontramos terrenos baldíos u oficinas administrativas donde no se puede corroborar donde están fabricando estos productos”, declaró Alcalde Luján.
Dijo que otro problema que enfrentan, son las ventas por internet. “Es difícil tomar acciones preventivas en puntos de venta, se envían por sistemas de mensajería que ya tienen muy definido el modus operandi y es difícil poder realizar acciones de vigilancia relativas a los puntos de venta”, declaró.
LDAV