Mauricio Juárez
En medio de la tensión mundial por el conflicto entre Rusia y Ucrania, que mantienen al mundo a la expectativa de una nueva guerra, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se dio tiempo para expresar su preocupación por los asesinatos de periodistas en México.
Como era de esperarse, el presidente López Obrador reaccionó iracundo a uno de los funcionarios más importantes del presidente Joe Biden: “Está mal informado o de lo contrario estaría actuando de mala fe”. Parece olvidar el Presidente que en lo que va del año han asesinado a cinco comunicadores en el país.
Al tabasqueño le leyeron mal o no entendió el mensaje de Blinken, pues dijo que en México “no hay crímenes de Estado”, algo que nunca planteó el secretario de Estado, quien solo expresó preocupación y en ningún momento acusó al Gobierno de asesinar periodistas.
En un cambio de tono respecto a Estados Unidos –que no utiliza con Venezuela, Cuba o Nicaragua, por ejemplo– López Obrador acusó de injerencista a Estados Unidos por financiar “a un grupo opositor a un Gobierno legal”, en referencia a Mexicanos contra la Corrupción.
Al Presidente no le gusta que se hable de los temas que le incomodan y ante los cuales no tiene una respuesta. En sus conferencias de prensa evade hablar de los desplazados de Zacatecas por la violencia; de los narcotraficantes que ingresan a Caborca, Sonora, con armas larga sin que la autoridad intervenga; del asesinato de una joven que vino a la Ciudad de México a buscar su sueño de ser comentarista deportiva.
No, en Palacio Nacional solo se ofende, calumnia y difama a medios de comunicación, periodistas, conductores y directivos porque tampoco le agrada la crítica ni la investigación periodística, aunque esté sustentada en videos y documentos que comprueban la corrupción en el Gobierno.
Y mientras en distintas partes del mundo hay preocupación, aquí el Presidente, su partido, Morena, y sus legisladores en las cámaras de diputados y senadores atizan el odio en contra de los comunicadores que les son incómodos.
Zaldívar contra los Calderón
El ministro presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, tocó las fibras sensibles de la familia Calderón. Durante la presentación de su libro 10 años de derechos. Autobiografía jurisprudencial, denunció una “operación de Estado” para proteger a la familia de Margarita Zavala, y no involucrarla en el caso de la Guardería ABC, en Hermosillo, Sonora, en 2009.
Además, dijo que el Gobierno de Felipe Calderón no permitió que salieran aviones a Sacramento, donde había un hospital esperando a los niños quemados, porque “no querían que se hiciera grande el escándalo”, señaló.
La ahora diputada, Margarita Zavala, contestó en Twitter. Acusó al ministro presidente de mentir. Negó que hubiera una “operación de Estado” para proteger a su familia.
Más allá de los conflictos políticos, lo cierto es que el incendio de la Guardería ABC es una herida que sigue abierta, y que duele e indigna.
@maurijua