Edmar Lacerda, un futbolista brasileño siempre quiso jugar con la Selección de Brasil, pero nunca fue requerido.
En 2008, se casó con una ucraniana llamada Tetiana Halovskyi y decidió nacionalizarse.
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Gracias a ello, Edmar fichó con el Metalist de Ucrania y fue seleccionado, pero tiempo después, en 2014, cuando comenzó la riña entre Ucrania y Rusia, su nueva patria no pudo ir al Mundial de Brasil debido a que cayeron ante Francia en el Repechaje.
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En ese momento, su sueño había terminado, y algo peor vino, pues su nuevo país lo llamó al Ejército para encarar a Rusia.
Lacerda buscó deslindarse de participar en la guerra y tras reunir documentos, fue ante las autoridades y demostró que se trataba de un error, ya que no era residente originario de Ucrania, sino de Brasil.
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El nuevo conflicto bélico, recordó la historia del exfutbolista, quien de no ser por la ayuda de su equipo, tal vez estaría participando en los enfrentamientos de este momento.
klcg