Una Ciudad Gótica muy oscura y corrupta, así como un Bruce Wayne muy callado y obsesivo es lo que pretendía presentar el cineasta Matt Reeves al público con su versión de “Batman”, la película que llega este miércoles a las salas de cine del mundo.
Y sí lo logró, no hay duda de ello, pues su concepto “fermentó” durante años o por lo menos eso es lo que se percibió durante la función de prensa de la película protagonizada por Robert Pattinson.
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Reeves eligió al actor para el papel porque, dice: “estaba ansioso por mostrar un lado diferente del personaje; quería que tuviera una vibra casi solitaria y rockera, una mezcla entre Kurt Cobain y Howard Hughes. Bruce abandona la idea de ser un Wayne y si lo ves, es como ver a una estrella de rock, pero en lugar de salir y tocar en conciertos por la noche, su concierto es ser Batman. Él tiene la intensidad para darle vida a eso”.
La prensa cinéfila y los conocidos como reporfans en el medio del espectáculo –quienes era de esperarse llegaron al cine portando disfraces sacaron sus disfraces de los personajes-, se dieron cita para constatar que esta cinta se puede perfilar fácilmente como la taquillera de este fin de semana, y en la que Robert Pattinson convencerá a sus detractores de que su interpretación de Batman es de calidad.
Aunque no faltó quién salió de la sala de cine diciendo: “No soy fan de Batman, pero es una cinta palomera que bien vale la pena ir a ver al cine”.
Yo solo podría agregar que no soy fan de Pattinson, pero estoy convencida de que será un buen Batman, e incluso un Bruce Wayne radicalmente distinto, más atormentado y oscuro que los que he visto en años. Pero obviamente, eso le toca a cada uno decidirlo.
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EAM