Foto: Josué Pérez / Desde hace 21 años, Juanita recorre con su carrito la colonia Ampliación el Triunfo, en la alcaldía Iztapalapa  

Decía el escritor Edmondo de Amicis, en su obra Corazón, diario de un niño, que “lo que se mancha trabajando no es suciedad, sino polvo, cal o lo que quieras; todo menos suciedad.

El trabajo no mancha. No digas nunca de un obrero que sale del trabajo: ‘Está sucio’. Debes decir: ‘Lleva en su ropa las señales, las huellas de su trabajo’”.

Y así es como Juanita, en su uniforme de limpia, lleva las huellas de su trabajo, una labor honesta y necesaria que realiza con buen ánimo en la alcaldía Iztapalapa.

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Ella habla mientras saca residuos de comida de una bolsa de plástico, pues separar los residuos orgánicos e inorgánicos es una labor de todos los días, a la que ha sumado una especie de activismo y una campaña personal casa por casa: que los vecinos separen correctamente su basura.

“Me gusta concientizar a la gente que es bueno separar la basura; por ejemplo, la orgánica cuando la dejan de días produce gases y al momento de echarla al bote huele muy feo”, comenta, a la par de mencionar que otras veces encuentra hasta gusanos en los residuos.

Trabajadora de limpia desde hace 21 años y apasionada del medio ambiente, explica a los vecinos de la colonia Ampliación el Triunfo que no solo deben separar su basura en residuos orgánicos e inorgánicos, sino también avisar si entre los residuos va alguna lata, vidrio o aguja que pudiera lesionarla a ella o a sus compañeros.

Sin embargo, pese a sus continuos llamados, solo cinco vecinos de la ronda que realiza (de Eje 6 Sur a Eje 5 Sur) tienen presente la manera correcta de separar la basura… E incluso hay quienes le contestan que ese es trabajo de ella y por eso pagan impuestos.

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A la memoria de Juanita vienen los tiempos más duros de la pandemia, cuando en varias ocasiones prácticamente la corrieron de fachadas de hogares y fue discriminada por su aspecto físico, a la par de que la gente no le alertaba sobre que residuos habían estado en contacto con pacientes Covid.

“En la pandemia siempre digo que somos héroes sin reconocer, pues al igual que los médicos no paramos y estuvimos recolectando residuos de gente enferma en casa, e incluso tuvimos contacto con ellos; es más, me contagié de Covid”, relata.

Juanita menea la cabeza, perdiendo la sonrisa por unos instantes, pues también recuerda a los animales muertos que recoge, tras haber sido utilizados en rituales u ofrendas, tras lo cual se pasa un huevo para quitarse los malos “aires” que va dejando la gente.

Juanita, que en su ropa no lleva manchas ni suciedad, sino las señales de su trabajo.

 

FRASE
“También nosotros tenemos familia e igual sufrimos el estrés de la gente porque al vernos mugrosos nos miraban como el virus”
Juanita
Trabajadora de Limpia

LEG