Lo que ocurrió este sábado en el Estadio Corregidora, entre aficionados del Querétaro y Atlas, refleja las graves consecuencias de la descomposición del tejido social y para detener este tipo de sucesos no basta solo un refuerzo de seguridad.
Así lo advierte la Iglesia católica al condenar este domingo a través de su editorial Desde la fe, la violencia extrema que dejó más de una veintena de heridos.
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Señaló que las imágenes del violento enfrentamiento entre aficionados de los equipos Querétaro y Atlas en el estadio Corregidora que ya le han dado la vuelta al mundo, resultan impactantes porque ocurren en lo que debería de ser un espacio recreativo y un ambiente familiar.
“Lo acontecido en el partido de este sábado refleja exactamente lo contrario. Son imágenes que retratan las graves consecuencias de la descomposición del tejido social: violencia extrema y agredir al prójimo a la menor provocación.
Lamentablemente, los hechos ocurridos en el estadio son solo un reflejo del grave estado de la sociedad mexicana, donde la polarización y la falta de valores llevan al extremo de golpear al de a lado solo por portar la playera del equipo contrario”, expresó.
La Iglesia sostuvo que, para detener esta descomposición no basta únicamente con un refuerzo de la seguridad en los estadios: es necesario restaurar la estructura social desde la base.
Resaltó que este domingo, en México se celebra el Día de la Familia, la institución más importante para transmitir los valores que nos enseñan a convivir fraternalmente, incluso en las competencias deportivas.
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“No estamos de acuerdo en absoluto con ningún acto de violencia. ¡Basta de violencia en México! Busquemos caminos razonables para lograr una convivencia más fraterna, en la que prioricemos el bien de todos”.
Finalmente hizo un llamado urgente a construir la paz a través de los valores, y a los gobiernos priorizar la atención al núcleo social más importante, que es la familia, a partir de políticas públicas que la fortalezcan.
OH