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Foto: Instagram/@museomarco. | La directora general del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey decidió que se dejarían las pintas de las feministas en las paredes del recinto como recordatorio del mensaje de justicia.  

El pasado martes 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer miles de mujeres salieron a alzar sus voces por la violencia de género y por aquellas víctimas de feminicidio, exigiendo justicia marchando a los lugares céntricos y dejando pintas por las calles.

Es bien sabido que tras la marcha, muchos gobiernos y entidades suelen retirar aquellos dibujos de protesta de sus recintos o bien de los monumentos afectados, sin embargo en Monterrey un museo piensa en hacer todo lo contrario, dejar aquellas marcas en sus paredes para recordar la importancia del mensaje.

A través del diario El Norte de Grupo Reforma, se informó que la curadora de arte y directora, Taiyana Pimentel del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) consideraría el dejar las pintas que dejaron en las paredes principales las numerosas mujeres en la marcha del 8M, como registro.

El diario informó que mediante un recorrido de la exposición “Escultura Social”, donde la directora se dirigió al público comentando lo siguiente: “Han existido respuestas de la sociedad civil muy fuertes, intentando apoyar a Marco para realizar una limpieza pública a nuestros muros”.

“Es muy probable que nuestro consejo directivo esté analizando la posibilidad de que quede un pequeño pedazo de ese muro, de ese nivel de representación de la rabia, depositada sobre nuestra institución”, declaró.

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Tras el anuncio algunos ciudadanas regias, publicaron orgullosas y apoyando la decisión que tomaría Pimentel, citando:”Este museo (MARCO) entiende y se solidariza con tantos años de rabia y de búsqueda en la escena socioeconómica y política”.

“Que las pintas del #8M se queden como un recordatorio de las desigualdades y violencias de género”, comentó una usuaria en Twitter.

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Si bien este sería uno de los primeros recintos en tomar una acción como esta, un acto de solidaridad que para muchas ha sido importante para que el mensaje quede más que claro.

Ya que aquellas pintas, el destruir e incendiar cosas materiales son muestras de reclamo por la constante situación de peligro que corre la mujer mexicana, una realidad de desigualdad a la que tiene que enfrentarse cada día.

Por último la directora Pimentel concluyó su declaración diciendo: “Como la casa mayor de las artes visuales en Monterrey nos sentimos conmovidos y preocupados porque esa rabia se haya depositado sobre nuestra institución”.

 

SLF