Para el banco central estadounidense ha llegado el gran momento: se prevé que el miércoles la institución suba su tasa de interés de referencia para luchar contra la inflación, dos años después de llevar su instrumento a cero para ayudar a la economía frente al Covid-19, y mientras la guerra en Ucrania crea nuevas incertidumbres.
El objetivo de la Reserva Federal es presionar a los bancos comerciales para que ofrezcan a sus clientes tasas de interés más altas para préstamos, con el fin de contener el consumo y, por lo tanto, aliviar la presión sobre los precios, sobre todo porque se espera que los problemas en la cadena de suministro duren meses.
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Con la inflación en 7.9%, su nivel más alto desde 1982, el banco central más poderoso del mundo quiere ponerse en movimiento. El presidente de la entidad, Jerome Powell, expresó recientemente su confianza en la capacidad de la institución para asegurar un “aterrizaje suave”, es decir, “controlar la inflación sin provocar una recesión”. Sin embargo, la tarea es delicada y la Fed tendrá que actuar de manera estricta.
“La combinación de una inflación más alta y un crecimiento más lento presenta un dilema para la Reserva Federal”, dijeron economistas del banco Wells Fargo en una nota.
Señalaron que la Fed dará prioridad al combate a la inflación, especialmente porque la institución monetaria “ha ganado credibilidad en las últimas décadas como guardián de la estabilidad de precios”.
“Adecuado” actuar
Para la administración de Joe Biden, la pelota está ahora en la cancha de la Fed, y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, afirma que es “apropiado” que el organismo actúe. La expresidenta del banco central declaró la semana pasada que también espera “un aterrizaje suave”.
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Desde marzo de 2020 las tasa clave ha oscilado entre 0 y 0.25%. La Reserva Federal generalmente la incrementa en 0.25 puntos base cada vez, pero durante cierto tiempo la posibilidad de un aumento más abrupto, de 0.50 puntos, pareció posible. Sin embargo, Powell fue muy claro durante una audiencia en el Congreso a principios de marzo: “Me inclino por proponer y apoyar una subida de 0.25 puntos básicos”.
En los mercados, ya nadie espera una suba de medio punto. Casi todos los actores (95.9%) apuestan a un cuarto de punto, los demás incluso anticipan que la tasa se mantendrá en su nivel actual, según un sondeo de CME Group.
El fantasma de los 70
Los aumentos de precios hacen resurgir el fantasma de una inflación de dos dígitos como en la década de 1970 y principios de la de 1980, una época en que la Fed aumentó drásticamente su tasa hasta 20%. El alza de los precios se desaceleró, pero el país cayó en recesión.
“Los años 1970 (…) están grabados en la memoria institucional de la Fed”, subrayaron los economistas de Wells Fargo.
LEG