China invirtió todos sus esfuerzos durante los últimos dos años en mantener al mínimo los casos de coronavirus. El territorio asumió las consecuencias económicas y humanas de ser el país con el protocolo de aislamiento y prevención más estricto del mundo. Pero la pandemia parece por fin haber vulnerado la seguridad sanitaria del gigante asiático, pues con cifras cada vez más desalentadoras el país batió su propio récord por segundo día consecutivo, superando ayer los 5 mil contagios en menos de 24 horas.
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Debido a un brote de Covid-19, 17 millones de habitantes de la metrópolis tecnológica de Shenzhen, a las puertas de Hong Kong, permanecen confinados en sus domicilios, al igual que otras nueve ciudades en China, entre las que también se encuentran Dalian, Nankín y Tianjín, todas muy cerca de Pekín, donde hace unas semanas se celebraron los Juegos de Invierno.
Las consecuencias llevaron al cierre de numerosas fábricas en la ciudad, entre ellas la del gigante taiwanés Foxconn, el principal suministrador de Apple.
Y es que a pesar de que los 5 mil 280 nuevos casos de coronavirus que reportó ayer es una cifra que no se compara con las registradas por países con mucha menos población, para China se trata del peor repunte desde el inicio de la pandemia, una situación que habían logrado mantener bajo control gracias a su estrategia de “cero Covid”, con un total de contagios que ronda los 115 mil casos, y la cifra oficial de muertes por debajo de 5 mil.
En marzo de 2020 el país se aisló del mundo tras su primera ola. Las personas tenían prohibido salir de su edificio y eran obligadas a permanecer en una habitación de hotel si se les consideraba un contacto de alto riesgo. Tiendas, escuelas, sitios turísticos, edificios de oficinas y centros comerciales fueron cerrados con personas adentro luego de detectar un solo contacto de alguien contagiado. Las pruebas masivas aún se activan cuando se detecta un brote.
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La denominada política “cero Covid” no era un chiste, y en más de una ocasión pasó por alto hasta las necesidades de los ciudadanos, como cuando una mujer embarazada perdió a su bebé después de que se obstaculizara su acceso a la atención médica.
Para los dirigentes comunistas de Pekín, la pandemia es más un asunto de política que de salud, pues señalan que la baja tasa de mortalidad demuestra la solidez de su modelo de gobierno, e incluso la comparan con la caótica respuesta de Estados Unidos.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
… Y Francia relaja sus restricciones
Los franceses ya no están obligados a portar una mascarilla en el trabajo ni a presentar el pasaporte sanitario en restaurantes, tras el fin de la mayoría de restricciones anticovid, en un contexto de cautela por un repunte de contagios.
“A partir de hoy, ya no está obligado a llevar una mascarilla ni a mostrar su pase. ¡Todos lo estábamos esperando!”, tuiteó el ministro de Salud, Olivier Véran, quien llamó a cuidar a personas vulnerables.
El uso de la mascarilla se mantiene únicamente en transportes públicos y en centros de salud. En estos últimos deberá presentarse el pasaporte sanitario.
“Me alegra que por fin podamos retirarnos la mascarilla, aunque ya hacía tiempo que no respetábamos las reglas en la oficina”, explica Nathan Lefeuvre, de 24 años.
Para Jordan Taurian, director de una escuela de marketing de 30 años, “los alumnos estarán contentos, pero hay un poco de inquietud entre los profesores cuando hay muchos estudiantes en clase”.
A un mes de la elección presidencial, el gobierno anunció a inicios de marzo el fin de estas medidas por una mejoría de la situación sanitaria. Sin embargo, en los últimos días el número de contagios por Covid-19 aumentó.
Este domingo se registró una media de más de 65 mil casos en siete días, respecto a los 50 mil de la semana anterior.
CON INFORMACIÓN DE AFP
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