Las guerras producen pérdidas de todo tipo y alcanzan todos los ámbitos, por lo que el deporte se ve completamente perjudicado y los recintos donde estos se llevan a cabo son alcanzados por bombas que logran dañarlos o incluso demolerlos.
Recientemente el hogar del FC Desná, el Estadio Yuri Gagarin en Ucrania fue víctima de la invasión rusa. Es por ello que te contamos cuáles otros inmuebles en la historia del deporte han sido heridos por algún conflicto bélico.
DONBASS ARENA – DONETSK, UCRANIA
Otro triste ejemplo reciente en Ucrania pero de hace un par de años, cuando este lamentable conflicto apenas tomaba la fuerza que hace poco reventó. En 2014 el nuevo recinto del Shakhtar Donetsk, estrenado apenas cinco años antes e incluso sede de la Eurocopa 2012, fue afectado por dos explosiones que alcanzaron a dañar la parte noroeste.
OLD TRAFFORD – MANCHESTER, INGLATERRA
El mítico ‘Teatro de los Sueños’ tuvo su día más triste el 11 de marzo de 1941, cuando el más duro bombardeo nazi cayó sobre esta urbe inglesa. Tuvieron que pasar ocho años, un par después de terminada la Segunda Guerra Mundial para que el Manchester United reconstruyera su casa.
HIGHBURY – LONDRES, INGLATERRA
La vieja casa del Arsenal fue otro de los objetivos del ‘Blitz’, término con el que se identificó al mencionado bombardeo ordenado por Adolf Hitler al Reino Unido. En la década de los 40’s, dicha acción militar atacó una parte reconocida del inmueble, la North Bank Terrance.
Tiempo después fue reconstruida totalmente y en 2006 el estadio fue demolido, pues el Arsenal estrenó su actual hogar, el Emirates. Hoy en día el terreno de Highbury fue utilizado para apartamentos de lujo respetando la fachada exterior original. La zona del campo ahora es una plaza verde.
SIGNAL IDUNA PARK – DORTMUND, ALEMANIA
Como un extra a los estadios que han tenido una relación con este tipo de inadmisibles situaciones, la residencia del Borussia Dortmund descubrió hace poco una bomba dentro de sus instalaciones, pero que databa desde la Segunda Guerra Mundial. Fue en 2015 cuando durante una remodelación, trabajadores encontraron este artefacto enterrado a cinco metros de profundidad, sobre el área VIP del inmueble. Afortunadamente su detección fue a tiempo y se logró desactivar impidiendo que explotara.
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