La gasolina va a seguir cara porque los precios del petróleo en todo el mundo siguen muy altos, aunque lo veamos bajar en los mercados financieros de futuros.

El gas seguirá costando mucho porque no solo es la invasión rusa a Ucrania lo que ha provocado que suban los precios de los energéticos en todo el mundo. Estamos en medio de una burbuja inflacionaria que ha tenido como uno de sus principales motores los precios de los hidrocarburos.

Pero no solo son las gasolinas las que están más caras que nunca, son también los precios de los alimentos que han subido mucho recientemente.

Solo que el precio del kilo de tortilla no es tan famoso para el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador como lo es el litro de la gasolina Magna.

No hay nada que presumir en eso que dijeron con tanto orgullo en la mañanera respecto a que México tiene gasolinas más baratas que en Estados Unidos.

Al contrario, vergüenza debería dar al Gobierno federal sacrificar ingresos fiscales, tan indispensables en un país de tantas carencias económicas, para subsidiar a los sectores de la población que tienen automóvil.

Aunque ya revisando cuánto cuestan las gasolinas hoy en México y en Estados Unidos, la realidad es que ese gusto presidencial de presumir gasolinas más baratas aquí que allá le duró un par de días.

Si insisten con eso, habrá que sumarlo a la larga lista de, digamos, imprecisiones que se dicen cada mañana en Palacio Nacional.

Porque hoy un litro de gasolina regular en México cuesta en promedio 21.28 pesos, mientras que la gasolina en Texas, que es básicamente el único estado al que le compramos esos combustibles cuesta en pesos y en litros 20.54.

Claro, si mantienen el juego tecnócrata de jugar con los datos estadísticos pueden decir que en California cuesta 29.85 el litro y, de una vez, que, en Ámsterdam, en los Países Bajos, amaneció el litro de gasolina regular en 50 pesos.

El año pasado se destinaron más de cien mil millones de pesos para subsidiar fiscalmente a las gasolinas, este año pinta para ser una cantidad mucho mayor y todo tiene que ver con hacer que López Obrador no incumpla una promesa.

Otra vez, todo tiene que girar en torno a su persona, a cualquier costo. Incluso si ese boquete en las finanzas públicas implica tener que aumentar el nivel de déficit fiscal y de endeudamiento público.

Pero, al final, es el grupo que está en el poder el autor del gasolinazo de Peña Nieto y me explico.

En 2017 subieron los precios de las gasolinas por el mal manejo que dio el Gobierno anterior al proceso de liberación de precios. No lo supieron hacer bien y subieron estos combustibles. Pero los autores del concepto del “gasolinazo” y de provocar el enojo de la gente fueron esos que desesperadamente buscaban el poder y que hoy ya despachan en Palacio.

Así que, al deterioro que tendremos en nuestras finanzas personales por el aumento generalizado de los precios tenemos que agregar el deterioro de las finanzas públicas del país que tienen que costear, con cientos de miles de millones de pesos, la buena fama del Presidente y su promesa de no más gasolinazos, aunque haya una crisis mundial del tamaño de la de Ucrania.

 

@campossuarez