La falta de buenas prácticas al interior de empresas familiares en México provoca que solo el 7% logre prosperar más allá de la tercera generación, por lo que se condenan a desaparecer del mercado.
Es necesario establecer normas, roles y planes de trabajo que garanticen la continuidad de la organización con el objetivo de garantizar su continuidad, ya que la ausencia de procesos de institucionalidad, profesionalización y sucesión impiden que prosperen más allá de la primera generación o del fundador.
Únicamente el 69% de las empresas familiares en el país llega a la primera generación y el 24% logra extenderse a una segunda generación, según el informe “Nivel de progreso de las empresas familiares para lograr su continuidad y armonía”.
Entre 2019 y 2021 disminuyó el porcentaje de empresas familiares que cuentan con procesos sucesorios, de acuerdo con el estudio realizado por el Centro de Investigación para Familias de Empresarios, CIFEM-BBVA del IPADE Business School.
Mientras que en 2019, el 26% de las empresas familiares grandes contaban con un plan para llevar a cabo una sucesión en la dirección general, en 2020 la cifra se redujo a 19% y para 2021 cayó hasta 12%.
La pandemia disminuyó la planeación de sucesión al interior de las empresas familiares, ya que la prioridad en esos momentos de incertidumbre fue vigilar que los negocios sobrevivieran, consideró Alfonso Bolio Arciniega, profesor de las áreas de Factor Humano y Empresa-Familia del IPADE Business School.
El estudio también reveló los bajos niveles de institucionalización, como la existencia de un Consejo de Administración. En 2019, el 25% de las empresas familiares grandes reportaron contar con un gobierno corporativo en su interior, en 2020 la cifra aumentó a 27%, pero para 2021 la cifra descendió a 12%.
También hay una brecha de organización entre las pequeñas, medianas y grandes organizaciones, pues mientras en las unidades económicas mayores hay un porcentaje superior en los procesos de sucesión e institucionalización, en las menores la proporción es inferior.
El informe exploró el reconocimiento de liderazgos dentro de las empresas, donde 97% de los líderes son miembros de la familia. No obstante, solo 23% de los liderazgos en las empresas familiares lo ejercen mujeres.
“Lo que indica que estamos lejos todavía de un equilibrio en estas posiciones, pero hay un avance de 5 puntos respecto a las estadísticas del 2020”, según el director del Centro de Investigación para Familias de Empresarios, CIFEM-BBVA de IPADE Business School, Ricardo Aparicio.
LEG