“Temo que las escritoras a las que conocí y admiro callen”, es así como Yamel Mariscal expone su caso por presunto abuso de Antonio Marts, cofundador de la Editorial Paraíso Perdido.
Tras su denuncia en su cuenta de Facebook (Yamel O. Mariscal), la editorial decidió suspender de manera indefinida al director Antonio Marts.
Los hechos se remontan a enero de 2020 cuando Yamel hizo sus prácticas profesionales en la Editorial Paraíso Perdido. ella indicó que era la menor de las colaboradoras.
Cuando conoció a Marts, le pareció ser un jefe estricto pero una persona normal, con el paso del tiempo Yamel se interesó en la labor de Marts por su auto publicación y desempeño en la editorial.
Mariscal mencionó que un día Antonio se tomó la libertad de hacer comentarios halagadores por su vestimenta y forma de peinado.
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Incluso no se limitó a hacerlo presencialmente, sino que también lo hizo en Instagram al reaccionar con emoticones de corazones y fuego a sus historias.
“No le di importancia…”, comentó Yamel.
En junio, cuando concluyeron las prácticas profesionales, Marts le ofreció un trabajo formal a Mariscal a lo cual aceptó, el salario sería de mil pesos quincenales por sus servicios de editora.
“Aunque fuera poco, entre mi trabajo en Uber Eats, podía sobrevivir”, mencionó la excolaboradora.
Sin embargo, el sueldo de Yamel no fue pagado completamente, ya que en la segunda quincena Antonio dijo que no tenía el dinero para cubrir el total y le dio 500 pesos.
Lo anterior provocó que Mariscal renunciara.
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En junio de 2021 Yamel mencionó que tenía un examen por lo que tomó su bici para llegar al Centro de Justicia para la Mujer, pero esta la dejó varada cerca de la Editorial Paraíso Perdido.
En este momento recordó que había una bicicleta en la editorial, entró y le pidió a Marts si podía usarla para llegar a su compromiso, a lo cual Antonio aceptó, la bici de Yamel se quedó en la editorial.
Posteriormente Marts pidió a Yamel que entregará la bicicleta y la citó en la editorial, Yamel llegó y sólo se encontró con él.
Mariscal dijo que Antonio le tomó una foto mientras leía un libro, después platicaron casualmente; Marts le ofreció trabajo en la editorial.
“Me ofreció trabajar en una traducción de un libro, acepté porque era algo que siempre había querido hacer, me preguntó cuánto ganaba y me dijo que no podía pagarme más de lo que percibía en el otro empleo”.
Después Yamel indicó que Marts sacó una botella de mezcal, ambos tomaron hasta terminar la botella y luego sacó otra.
“De la nada me mira, ustedes sabrán que mirada, y me dice: ‘Hay una pregunta que siempre he querido hacerte y creo que sabes que quiero hacerla, pero no se si quieras que te la haga´”.
“No, no me hagas ninguna pregunta”, respondió Yamel, pero Marts insistió en tres ocasiones en hacerla la pregunta.
Yamel no soportó más:
“Agarré mis cosas y me fui rápido, con una bici en una mano y la otra, ponchada, en otra, llorando de impotencia”.
A pesar de la experiencia Marts contactó a Yamel para la traducción del libro -como parte del trabajo que le había ofrecido- pero Mariscal se reunió con él de manera virtual, aunque Marts pedía que fuera presencial.
¿Por qué seguí trabajando después de lo que pasó? Porque realmente era un sueño, poder hacer eso que siempre había querido, traducir un libro, salir en la hoja legal…”. dijo Yamel.
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Después se canceló el trabajo ya que Antonio no tenía dinero para pagarle, y así fue como se alejó definitivamente del cofundador de la Editorial Paraíso Perdido pero:
“Un par de veces me mandó una foto mía, recién subida a insta, por mensaje para ‘comentarla’, en privado”.
“Él y Paraíso Perdido se nutren de su imagen feminista, aliadx… No…” sentenció Yamel.
Por todo lo anterior Paraíso Perdido tomó acciones al respecto: en sustitución de Antonio Marts, Sandra Liera ocupará el cargo de coordinadora editorial.
LEO