Las mujeres afganas fueron enviadas de vuelta a casa ayer, una vez que vieron incumplida una de las garantías que ofreció el “nuevo régimen” talibán.
Las jóvenes volvieron ayer a las secundarias, siete meses después de que los talibanes tomaran el poder, pero tras reanudar las clases, los miembros de la facción islamista las sacaron de las aulas, en un repentino cambio que provocó indignación en el país y más allá de sus fronteras.
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Cuando el Talibán finalmente tomó el control de Kabul y se hizo con el poder del territorio en agosto de 2021, no solo Afganistán temió lo que podría suceder con sus libertades civiles, el mundo anticipó la posibilidad de un retroceso en materia de Derechos Humanos y la restauración de un régimen fundamentalmente opresor, por ello, la comunidad internacional hizo de la escolarización de las mujeres un punto básico en las negociaciones sobre el reconocimiento del régimen. Ayer rompieron la palabra dada.
El Ministerio de Educación afgano no dio ninguna explicación clara pero, según fuentes talibanes, la decisión se habría tomado después de una reunión de altos mandatarios celebrada el martes por la noche en Kandahar, cuna del movimiento fundamentalista que gobierna de facto el país, tras la salida de tropas de la OTAN.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, la directora general de la UNESCO, y la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos se pronunciaron de inmediato en contra de la decisión del Talibán.
CON INFORMACIÓN DE AFP
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