PAZ CONSUELO MÁRQUEZ-PADILLA
CISAN – UNAM
Tanto la mitad de los demócratas como de los republicanos consideran que la invasión a Rusia es una gran amenaza para los intereses de Estados Unidos.
El presidente Joe Biden ha tenido que balancear los costos de imponer sanciones económicas o escalar la confrontación con Vladímir Putin. La posibilidad de iniciar una guerra nuclear, sin duda, limita sus posibilidades de acción. Si bien vemos que tanto 85% de republicanos como 88% de los demócratas están de acuerdo con las sanciones económicas, 54% de los republicanos conservadores y 41% de los demócratas liberales dicen que no se está haciendo suficiente (Pew Center).
Los americanos de ambos partidos expresan estar dispuestos a pagar un mayor precio del gas para ayudar a Ucrania, pero cuando sientan los efectos del aumento en el bolsillo es muy probable que castiguen a Biden en las elecciones intermedias del Congreso.
Esta coincidencia en la opinión de ambos partidos desaparece cuando en concreto juzgan el manejo de la crisis por el presidente Biden. Es así que 72% de los demócratas la aprueban, mientras que 91% de los republicanos lo desaprueban.
El discurso sobre el Estado de la Nación tuvo un efecto positivo momentáneo en la opinión de los ciudadanos, principalmente por la parte internacional donde presentó una posición dura en contra de Putin. Hubo un incremento en la aprobación de Biden que llegó a ser de 47%, sobre todo gracias a la opinión de los demócratas y los independientes. No obstante, la aprobación para estas fechas ya bajó a 42.3% (Five Thirthy Eight).
En el contexto de la tensión entre EU y Rusia, por una parte pienso que los aliados de la OTAN restaron importancia a la demanda de Putin desde 2008 en Budapest, sobre la imposibilidad de que Ucrania entrara al grupo por estar en la frontera con Rusia. Se exigía por lo menos su neutralidad, asegurada constitucionalmente.
Putin pensó equivocadamente que, debido a múltiples factores, había condiciones para invadir Ucrania: la gran polarización de la sociedad americana, la gran mentira que argumenta que Biden robó la elección a Donald Trump, así como sus ataques para deslegitimar a la OTAN; la salida caótica de Afganistán, y el cansancio de las restricciones por la pandemia y la inflación.
Sin embargo, paradójicamente la invasión ha unido a los aliados de la OTAN, liderados por EU, y también ha logrado que la sociedad americana se una detrás de las sanciones contra Rusia, que se ha vuelto a colocar como el gran enemigo de los Estados Unidos.
Todos estos factores impactarán en las elecciones de noviembre, así como otros, nuevos e impredecibles. Ahora resulta poco probable que los demócratas conserven la mayoría en ambas cámaras del Congreso. Lo que dificultará aún más la administración de Biden.
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