En lo que va de 2022 la Secretaría de Salud (Ssa) no ha reportado el exceso de mortalidad; el último documento emitido al respecto corresponde al de la semana 52 de 2021, lo que a decir de especialistas en salud, afecta a la Salud Pública.
La última publicación en el sitio de la dependencia tiene fecha del 26 al 31 de diciembre del año pasado; por lo que de enero a la fecha, no se conoce la cifra de exceso de mortalidad por todas las enfermedades y por Covid-19 en México.
En ese reporte, se contabilizan 461 mil 561 personas fallecidas debido al SARS-CoV-2; es decir, 138 mil 800 personas más de las reportadas por esa dependencia en su reporte diario de este lunes.
Al respecto, la doctora Jessica González Lucas, especialista en Salud de la Universidad La Salle, destacó la necesidad de actualizar la información, toda vez que esas cifras permiten entender el comportamiento de las enfermedades y en particular, del Covid-19.
“Afecta de alguna manera a la Salud Pública porque el objetivo de los reportes de exceso de mortalidad es para un fin estadístico, y de acuerdo con la información que se reporta en ellos, es que se toman decisiones acerca de prevención y promoción de la salud.
“Entonces, puedes llegar a afectar las decisiones de cómo se va a actuar frente a algún grupo en específico de enfermedad”, refirió González Lucas.
La especialista resaltó que mes con mes las enfermedades cambian y con los reportes de exceso de mortalidad podemos saber cuáles son las enfermedades que más están afectando a la población y de acuerdo con esos datos se pueden tomar medidas al respecto.
En contraste, para el doctor Carlos Pantoja Meléndez, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, este reporte de exceso de mortalidad ya no es necesario.
“Para determinar el exceso de mortalidad debe tener calidad la información y la calidad en la información es la que está en duda (…) Yo como epidemiólogo que tomo decisiones, no me puedo fiar a un dato, me fío a los números directos que tengo”, y aclaró que los médicos trabajan con la mortalidad verdadera y no con una estimación.
Y destacó que en la actividad diaria, los médicos no se pueden esperar a tener el reporte de exceso de mortalidad para reaccionar, sino que deben tener una reacción previa para evitar llegar a las defunciones.
REPORTE DIARIO
Este lunes la Secretaría de Salud reportó 657 nuevos casos de Covid-19, con los que se acumulan un total de 5 millones 651 mil 553 de contagios en lo que va de la pandemia, y un acumulado de 322 mil 761 muertes por esta enfermedad.
La pandemia activa se ubica en 8 mil 657 personas, siendo la Ciudad de México con 2 mil 53 casos, el Estado de México con 810, Veracruz con 760 y Puebla con 405 las entidades con mayor número de casos activos que reportaron síntomas en los últimos 14 días. Y hasta ahora, se han vacunado un total de 85.5 millones de personas.
Aún con vacunas, pierden a familia
Por: Valeria Chaparro
Pese al avance en la estrategia de vacunación y la disminución de casos de Covid-19, familias continúan perdiendo a seres queridos a causa de esta enfermedad.
Patricia Vera contó a este diario que su padre falleció el 21 de febrero pasado; “no perdió olfato ni gusto” y tenía sus dos dosis de la vacuna.
Cuando presentó síntomas, recordó, el tratamiento por el que optaron fue en casa, sin embargo al no ver mejoría lo llevaron a un hospital, donde falleció de un paro cardiaco “a causa del virus; fue muy feo verle sufrir”.
El dolor por perder a un ser querido también lo vivió Mayra García, cuyo padre fue hospitalizado en cuanto se presentaron los síntomas, sin embargo no le ganó la batalla a “ómicron”.
En tanto, Cecilia -residente de la alcaldía Iztacalco, en la CDMX– comentó que ellos notaron el contagio debido a que la pareja de su mamá comenzó con síntomas de gripa, diagnóstico que también le dio un médico.
No obstante, al pasar los días “empezó a bajar su oxigenación”. En un principio lo atendieron en casa, pero como el oxígeno no era suficiente, narró, “fue necesario ingresarlo a un hospital particular porque no contaba con servicios médicos gratuito”.
La pérdida, expresó Cecilia, “fue muy dolorosa ya que no pudimos despedirnos de él, siempre estaba para apoyarnos y el no poder decir un adiós fue un dolor muy grande”.
LEG