Eduardo López Betancourt se reintegró ayer como decano de la Facultad de Derecho de la UNAM y presidente del Tribunal Universitario, luego de una resolución de un juzgado contra su destitución y aseguró que si la “UNAM quiere guerra, guerra tendrá”.
En entrevista con 24 HORAS, señaló que impartió sus clases y retomó los asuntos pendientes en dicho tribunal.
Hace unas semanas, el Consejo Técnico de la Facultad de Derecho acordó destituir a López Betancourt como presidente del Tribunal Universitario, debido a que fue vinculado a proceso por hostigamiento sexual agravado.
Sin embargo, un juzgado federal determinó el lunes por la noche su inmediata restitución en el cargo, por lo que ayer se reincorporó a sus funciones.
Señaló que por mandato judicial tiene prohibido hablar de su proceso de vinculación a proceso por hostigamiento sexual agravado, pero señaló que, en el caso de su restitución como presidente del Tribunal Universitario, logró la protección de la justicia federal porque su cese fue “arbitrario” y con el trasfondo, dijo, por las denuncias que ha realizado en contra de las autoridades universitarias por diversos actos ilegales y por su exigencia de una reforma integral a la forma de gobierno de la Universidad Nacional.
Ante la resolución judicial, la UNAM anunció que “interpondrá el recurso de revisión en contra de la misma ante la autoridad judicial competente, en la búsqueda de preservar el respeto que nos debemos como universitarios, una vida libre de violencia, así como la observancia a la autonomía y orden universitarios”.
Al respecto, López Betancourt dijo que si el rector Enrique Graue y los integrantes de la Junta de Gobierno de la universidad “quieren guerra, guerra tendrán”, por lo que, advirtió, seguirá hasta las últimas consecuencias para que su restitución quede firme.
En su calidad de experto jurídico y como decano de la Facultad de Derecho, señaló que será difícil que la UNAM pueda ganar la apelación de su caso, pues se violaron sus garantías y no se respetó la presunción de inocencia.
LEG