Nacido en la Unión Soviética en 1971, Vitali Volodímirovich Klichkó fue uno de los boxeadores más dotados de su generación, logrando en su carrera profesional 45 victorias (41 por nocaut) y dos derrotas (ante Chris Byrd y Lennox Lewis).
Sorpresivamente, dejó su carrera deportiva en 2013, y un año más tarde se convirtió en alcalde de Kiev, en Ucrania.
Desde que inició su carrera de boxeo, en 1999, consiguió 15 victorias por el título mundial de peso pesado, y el 31 de diciembre de 2004 fue condecorado con el título más importante de su país, el “Héroe de Ucrania”, ganando popularidad entre los ciudadanos de dicha nación.
Un año después de obtener este título, Vitali Klichkó se unió activamente en la política ucraniana, sin dejar a un lado su carrera en el boxeo. En 2010 fundó la Alianza Democrática Ucraniana para la Reforma (UDAR), alianza con la que buscó cuatro años después la alcaldía de Kiev.
A finales de 2013, el campeón sorprendió a sus seguidores tras renunciar a su título del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y anunciar que cambiaría los guantes de boxeo por la política. El CMB decidió convertirlo entonces en “campeón emérito” para permitirle retar directamente a un nuevo campeón si quería retomar el boxeo.
Vitali dejó de participar en luchas profesionales de box para centrarse en obtener el cargo de elección popular, aunque en reiteradas ocasiones ha declarado que no se retiró oficialmente de este deporte, y que no descarta un regreso en el futuro.
En 2012, Klichkó fue miembro del Parlamento de Ucrania hasta 2014, año en el que finalmente se convirtió en alcalde.
Vitali Klichkó siempre gozó de popularidad social, lo que lo favoreció para obtener el puesto y ponerse al mando de la capital de Ucrania. Desde febrero pasado, ante la invasión de Rusia en el país, el alcalde y exboxeador ha participado activamente en la defensa de su ciudad frente al conflicto político y militar, lo que ha propiciado que su popularidad suba aún más entre los ucranianos quienes, al verlo frente al enemigo diciendo “nunca nos verán de rodillas”, hoy están esperanzados en que el alcalde Vitali ayude a recuperar la paz.
LEG