Pese a los avances en la ruta hacia un eventual cierre del conflicto ruso-ucraniano, especialmente luego de las pláticas en Turquía la semana pasada, los estratégicos ataques rusos se incrementaron en Odesa, una ciudad clave con salida al Mar Negro.
La urbe se despertó este domingo con un sobresalto, el del estruendo de los bombardeos rusos contra infraestructuras de este gran puerto ucraniano, hasta ahora relativamente a resguardo de los combates.
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Hacia las seis de la mañana, media docena de explosiones sacudieron los muros de la ciudad, según vecinos y periodistas de agencias como la francesa AFP. Luego, una humareda negra cubrió una parte del horizonte.
Varias columnas de humo y de llamas surgen de una zona industrial, cuyo acceso fue cerrado por la Policía.
“La región de Odesa forma parte de los objetivos prioritarios del enemigo. El enemigo prosigue su pérfida práctica de golpear las infraestructuras sensibles”, declaró en un comunicado un oficial del mando regional Sur del ejército ucraniano, Vladislav Nazarov.
Estos bombardeos no causaron víctimas, aclaró después.
El ministerio ruso de Defensa confirmó que disparos de misiles marítimos y terrestres de alta precisión destruyeron una refinería y tres depósitos de combustible y lubricantes que suministraban combustible a las fuerzas ucranianas.
CRÍMENES DE GUERRA Y GENOCIDIO
Los países occidentales y Ucrania acusaron este domingo a las tropas rusas de cometer posibles crímenes de guerra, después de que se descubrieran fosas comunes con cientos de cadáveres en localidades recuperadas cercanas a Kiev.
El presidente, Volodímir Zelenski, acusó a Rusia de cometer genocidio en su país, y aseguró que había creado un “mecanismo especial” para investigar los casos.
LEG