El pasado jueves, una joven originaria de Texas fue arrestada por las autoridades del condado de Starr, tras ser acusada por un presunto “aborto inducido”.
Lizelle Herrera, de 26 años, quien había permanecido bajo custodia, quedó en libertad este sábado tras una manifestación de la organización “La Frontera Found” dedicada a la recaudación de fondos para ayudar a abortar a las habitantes de Valle del Río Grande, para exigir la liberación de la víctima.
De acuerdo con el testimonio de Herrera, ella había acudido al hospital luego de sufrir un aborto espontaneo, por lo que el personal médico llamó a la policía y comunicaron que “causó intencionalmente y a sabiendas la muerte de una persona mediante un aborto autoinducido”, y se le fijó una fianza de 500 mil dólares.
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Tras una investigación, el fiscal Gotcha Allen Ramírez del condado de Starr anunció que este lunes se retirarán los cargos criminales en contra de la joven al señalar que “no puede y ni debe ser juzgada”, luego de revisar los lineamientos de la Ley Estatal.
“Al revisar la Ley de Texas queda claro que la señora Herrera no puede ni debe ser procesada por las alegaciones en su contra. Al revisar este caso queda claro que el Departamento de Sheriff del condado de Starr hizo su trabajo al investigar el incidente que le fue reportado por el hospital”, se lee en el comunicado.
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Asimismo, las autoridades destacaron que Herrera no afrontará ningún juicio por el incidente, además de que ya cuenta con representación legal para culminar con su proceso.
Por su parte Rockie González, fundador de “Frontera Found” destacó que el arresto de Lizelle fue un procedimiento inconstitucional por parte de los médicos y autoridades.
MFC