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Foto: Arturo Romero / ¡POR FIN! Bolsas negras, mochilas o maletas... no importa; todo es bueno para llevar el equipaje. Lo indispensable no cabe en cajas, pero se lleva en la actitud  

Sin perder el tiempo, porque las vacaciones son pocas y en un parpadeo se acaban, cientos de capitalinos acuden a la Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente (TAPO) para abordar uno de los camiones que los alejen -al menos por unos días- del caos urbano.

Las vacaciones de Semana Santa han comenzado y los días de asueto son sagrados. Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y Veracruz son algunos de los sitios anunciados en las salas de espera, donde las personas hacen fila para abordar.

Bolsas negras, cajas de cartón, mochilas o maletas… no importa; todo es bueno para llevar el equipaje. Lo indispensable no cabe en cajas, pero se lleva en la actitud.

“Ya tiene mucho que no veo a mi familia, como un año o un poco más”, relata Edgar Rodríguez, quien aguarda el autobús que promete reencontrarlo con sus seres queridos. Para él, las vacaciones de Semana Santa son el pretexto perfecto para ir a “su pueblo”, como él lo llama, y escapar de la maraña de ruidos y smog que es la CDMX.

A otros, lo que no les cabe en las petacas es la sed de aventura. Sin nada, más que con el objetivo de llegar a Veracruz, Adriana Saldaña y su pareja llegaron a la TAPO para cazar los pasajes que los lleven a su destino.

“Nos animamos de última hora; esperemos que nos vaya bien. Vamos a pasar un par de días”, dice desde la cafetería para hacer tiempo, pues a pesar de haber conseguido boletos, su viaje sale hasta dentro de dos horas.

“Pero queríamos aprovechar porque luego ya no se puede, y hemos estado estresados de toda la Ciudad de México en estos días”, señala y muerde su paste.

Para ellos, como muchos otros, estas oportunidades se dan pocas veces en el año y a la primera ocasión hay que aprovechar. De este modo, sin planes, llenan sus maletas de ropa, algo de comida o enseres para llevar a sus familiares, así como buenas ilusiones.

Estas aventuras se viven con los seres queridos para pasar unas vacaciones inolvidables, incluso los integrantes peludos de la casa también viajan, ya que algunos pasajeros llevan a cuestas a sus mascotas para hacerlos parte de esta historia.

Frases: 

“¿Cómo voy a dejar a mi Canelo? Si también es de la familia. Además así sirve que se distrae y huele cosas nuevas. No es la primera vez que viaja conmigo”
Álvaro García
Viajero

“Queríamos aprovechar para salir porque luego ya no se puede, y hemos estado muy estresados de toda la Ciudad de México en estos días”
Adriana Saldaña
Viajera rumbo a Veracruz

LEG