Los rumores acerca de la gran sorpresa que causó Peugeot 208 desde su arribo al país no han cesado. El hatchback de la armadora francesa ha despertado buenas críticas durante los últimos meses, y para ver qué tan ciertas son, le exigimos a este felino mostrar sus capacidades durante algunos días.
Fue nombrado como Auto del Año en Europa en 2020 y la expectación creada antes de su llegada a México fue demasiada. Ahora en nuestras manos, nos lanzamos a ver su comportamiento para refrendar o refutar las alabanzas para este felino.
Hay que decir que en el diseño no se encontrará una silueta tan atrevida, pero sí detalles que marcan una diferencia sustancial respecto a sus contrincantes. Lo más sobresaliente se encuentra en la parte frontal. Una parrilla que le da movimiento y fluidez junto con unos juegos ópticos que simulan una garra, estilo que se replica en las calaveras.
El capó cuenta con una nervadura prominente en los costados para tener un toque más deportivo, y el rasgo característico de esta nueva generación de vehículos en Peugeot, es la firma lumínica: línea en diagonal debajo de los faros simulando un colmillo.
En la parte trasera es más notorio el aire deportivo con un spoiler encima del medallón, fascia musculosa y un conducto de doble escape. La unión de luces en la tapa de la cajuela es decorativa y queda bastante bien.
En el interior vemos un salto evolutivo conciso gracias a una digitalización en el clúster, el cual cuenta con un efecto tridimensional, además de una pantalla de 10 pulgadas y cargador inalámbrico de smartphone.
Aunque aún hay reminiscencias de lo convencional y se agradecen. Teclas para controlar el aire acondicionado, el audio y los modos de manejo están listos con un toque.
El espacio es bastante bueno en la primera fila dentro de este hatchback. Para la segunda fila, sigue siendo bueno, pero si se nota una pequeña reducción respecto a los pasajeros que viajarán adelante, aunque nada grave.
Una de las cosas que causa dicotomía es el techo panorámico, que, en lo particular, le sienta bastante bien a 208. Una sensación de amplitud siempre se agradece.
Lo mejor que tiene 208, más allá del diseño y acabados, los cuales, bien pueden competir con algunos vehículos premium, es el desempeño.
Se respira deportividad desde el primer acelerón. El turbo lag es prácticamente inexistente.
La contundencia en la entrega de potencia y mantenimiento de esta es sobresaliente.
En el caso de la versión Allure o GT, la cual probamos, posee un motor turbo de 1.2 litros que genera hasta 130 caballos de fuerza y 151 lb-pie, suficiente para generar emociones en la carretera.
La dirección es suave sin exceso, además de que acompaña un volante compacto y con cortes superior e inferior, un plus para quienes buscan algo novedoso.
La estabilidad que desprende sobre el asfalto da mayor seguridad a quien conduce y la suspensión tipo McPherson y de barra de torsión hacen un trabajo óptimo.
1,102 kg de peso lo hacen un vehículo liviano y que se mueve con agilidad. Se alcanzan velocidades importantes en rectas, y en curvas se deja llevar para que al salir de estas, nuevamente pegue la carrera.
La suspensión acompaña a la exigencia. La plataforma empleada en esta nueva generación no pierde rigidez pese a ser más liviana, lo que ayuda a que su dinámica sea mayor, y a la vez, se mantenga bien plantado en la carretera.
En este caso, con 208 se obtiene un performance atrevido, diseño singular y acabados con rasgos premium por un costo menor, y eso, pocos lo consiguen. Como todos, es susceptible a detalles en su contra. Es el tema estético, pues el contar con acabado negro piano, hace que sea un imán de huellas y rayones inmediatos.
FICHA TÉCNICA
PEUGEOT 208
Desde 372,900 pesos
MOTOR
1.2 Puretech
130 caballos de fuerza
151 lb-pie de torque
Transmisión automática
6 velocidades
SEGURIDAD
6 bolsas de aire
Frenos ABS
Alerta de colisión frontal
Control electrónico de estabilidad
TECNOLOGÍA
Pantalla táctil de 10”
Compatibilidad Apple y Android
LEG