Tras el inicio de la pandemia del COVID-19, los sistemas de entretenimiento han tenido cambios radicales. Esto se ha evidenciado en gran parte del mundo, incluido México.
Cada vez se dedica un mayor número de horas a la socialización en línea y al entretenimiento virtual, sin embargo, estos acontecimientos no han ayudado a entender, que la mayoría de nuestras actividades pueden ejecutarse a distancia.
Esto se puede ver perfectamente en el ámbito educativo, social, de negocios y hasta en la utilización de los juegos de azar online.
Estudios de mercadeo indican que México es el país latinoamericano que más disfruta del internet. Esto es respaldado por las más de 90 millones de personas que afirman usarlo de forma frecuente. Sin embargo, en términos generales, no existe gran diferencia con otros países de Latinoamérica.
No es que México se haya adaptado en exceso.
México se encuentra solamente alrededor de un 1% por encima de otros países latinoamericanos en el uso del internet.
Respecto a las actividades de mayor uso, tenemos en el primer lugar a las redes sociales. Podemos incluso decir, que las redes sociales forman son una herramienta indispensable para el mexicano moderno. Sin estas aplicaciones, no existiría el contacto constante entre personas que se tiene en la actualidad.
El uso del internet ya era bastante común antes del inicio de la pandemia, sin embargo, el distanciamiento fue el detonante que llevo a un uso exhaustivo por parte de los mexicanos. Ya fuese como entretenimiento, de uso laboral u otra finalidad, el uso del internet y sus funciones, tomaron protagonismo en la vida de los ciudadanos.
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Ahora, el entretenimiento no está dirigido únicamente al uso de redes sociales.
En la actualidad se estima que casi un 60% de los mexicanos hace uso de plataformas de contenido audiovisual, por ejemplo, Netflix, Amazon Prime, HBO, Disney Plus, entre otras.
Definitivamente el uso de estas plataformas ha sido impulsado enormemente por la pandemia. Al encontrarnos en una situación sanitaria de emergencia, el distanciamiento se volvió algo indispensable, esto provocó el aislamiento de los mexicanos, quienes ya no podían acudir a sus sitios de entretenimiento favoritos como el cine o el teatro.
De esta forma, acabamos adoptando como un aspecto de la vida cotidiana el uso de las plataformas de entretenimiento, desplazando así a la presencialidad.
Sin embargo, esto no quiere decir que los mexicanos aborrezcan esas actividades que practicaban con mayor frecuencia en el pasado. Únicamente han desarrollado una mayor afinidad y entendimiento del entretenimiento audiovisual en línea.
Por otro lado, tenemos actividades como los juegos de azar. En primera instancia, estos establecimientos fueron los más afectados al ser obligados a cerrar sus puertas. Derivado de ello, estos negocios encontraron el momento perfecto para introducir de mejor manera los casinos en línea, como Superplay.
La expansión de estos casinos, provocó la migración de jugadores offline al mundo online. Adoptaron la idea de poder disfrutar de un casino sin tener que salir de casa, sin perder las cualidades a las que estaban acostumbrados, de hecho, las salas de casino en linea, han hecho un gran esfuerzo en mantener la experiencia, lo más apegada a los casinos tradicionales.
Algunos usuarios incluso manifestan tener preferencia por los casinos en línea. En ellos existe mucha seguridad, accesibilidad y un gran catálogo de bonos y promociones. Este último punto realmente es el más interesante, algo casi inexistente en los casinos tradicionales.
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Los videojuegos y el Streaming también se beneficiaron
Existen otros rubros que han crecido mucho con la llegada de la virtualidad derivada de la pandemia. La televisión tradicional, ha sido prácticamente desplazada por los sistemas de Streaming como Netflix o HBO.
Podemos decir que esto se debe a que el mexicano no necesita de la televisión cuando posee una plataforma como las mencionadas. A su vez, esto dio pie a la llegada de muchos shows de la televisión a las mismas plataformas de Streaming.
Es evidente que nos encontramos en un momento de cambio originado por la pandemia. Este fue el punto de quiebre para la adopción generalizada de los sistemas en línea. Ya es prácticamente imposible ver la presencialidad como algo indispensable. Si no es posible seguir disfrutando de ella, disponemos de un sinfín de herramientas virtuales capaces de llenar los espacios faltantes.
Tampoco creemos que esto haya llegado a su fin, ni se verán erradicadas las actividades o el entretenimiento presencial. Estas siguen siendo practicadas por las personas, solamente se han introducido algunas herramientas que pueden cumplir con estas funciones.
Las experiencias siguen siendo diferentes. No podemos comparar lo que se vive al ir al cine con ver una película desde la comodidad de su casa. Simplemente ha habido una transformación que nos ha traído diferentes opciones para los gustos y necesidades de la población moderna.
JC