Sin comprender a fondo los cambios que significarán la reforma constitucional en materia energética, integrantes del Frente Nacional para la Defensa de la Reforma Eléctrica realizaron ayer una marcha que concluyó con un mitin en la Cámara de Diputados y para el domingo amagó con llevar más de 10 mil personas al recinto legislativo.
La reforma propuesta por el Ejecutivo Federal promueve cambios a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución para dar marcha atrás a los cambios al sistema aprobados en 2013 y que implicarán la cancelación de los permisos de autoabasto de generación eléctrica y contratos de compra-venta de energía.
Además, los Certificados de Energía Limpia (CEL) desaparecerían, y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el Centro Nacional de Control de Energías (Cenace) pasarían a formar parte de sistema estatal, lo cual implica una centralización, que es una tendencia que en el mundo tiende a desaparecer.
La propuesta –sostiene la oposición y han dicho expertos– afecta la competitividad, incumple compromisos ambientales internacionales y dañaría las finanzas públicas por el pago multimillonario derivado de demandas por la modificación de las reglas de operación.
En ninguno de los 28 foros de Parlamento Abierto en los que participaron más de 130 ponentes, acudieron algún representante del FNDRE. Según los especialistas también elevará los niveles de emisiones de carbono y consideran que se encarecerá la luz.
El tema es tan técnico, que incluso varios diputados han reconocido que, a pesar de meses de estudiar los conceptos, aún no terminan de comprenderlo en su totalidad.
“Yo no creo que estas personas verdaderamente lo sepan, yo creo que son acarreados de Morena que buscan bloquear la Cámara de Diputados, que estarán también el domingo y que quieren obstaculizar la votación”, expresó la diputada Cynthia López Castro (PRI).
Algunos de los manifestantes que ayer participaron en la movilización sostuvieron que acudieron con la esperanza de que baje el costo de la electricidad, que se recupere la soberanía del país en el sector y que la industria eléctrica no quede en manos de empresas extranjeras.
Entrevistados a las afueras de San Lázaro, replican los argumentos que expresa el Presidente en sus conferencias matutinas.
Sergio Miguel Martínez es jubilado y pensionado, vive en Ixtapaluca, Estado de México, y dice que sintió el deber ciudadano de acompañar al FNDRE para presionar a los legisladores a fin de que aprueben el dictamen.
“Estoy apoyando la reforma que propone Andrés Manuel López Obrador, ya que esa viene a independizar la energía eléctrica que quieren apoderarse los españoles, las empresas de Iberdrola, bien dijo nuestro presidente, ya no somos colonia, ya no somos país de conquista”, expresó.
Añadió que acudió porque “no quiero que suban los precios de la electricidad como está sucediendo en España. Quiero que la energía hidráulica, la eólica, la nuclear y la solar, pero más, más, la más barata y la más limpia es la hidráulica”.
Sobre el litio, consideró que no es tema urgente para el país, pero si “salen bien” con la reforma, se garantizará que el mineral sea de los mexicanos y no de empresas extranjeras.
Blanca Benítez, del Colectivo Yo soy México y parte del Frente, dijo que la reforma se debe aprobar para que haya igualdad entre las empresas extranjeras y la CFE, igual que López Obrdor, advirtió que a México le espera una catástrofe en precios de la electricidad como le ocurre a España por dejar en manos privadas la generación de energía eléctrica.
“El patrimonio de mineras está entregado a Japón, a Estados Unidos a Canadá, tienen la mitad del territorio y ellos explotan el oro, el zinc, la plata, el selenio, todos los minerales y están las concesiones a 50 y 100 años…¿qué beneficio hemos tenido?, yo ¿qué beneficio he tenido? Solo he visto un saqueo y explotación.
“Yo esperaría que se pueda fusionar la energía eólica y la que produce la CFE, que se puedan usar las dos, pero no acaparando más los extranjeros, que sea con igualdad y con más beneficio a la CFE”, comentó Benítez.
Otro integrante del colectivo Ricardo Flores Magón, quien prefirió omitir su nombre para evitar protagonismos, espera que los subsidios que reciben empresas privadas, “que ascienden a 470 mil millones de pesos al año, se puedan utilizar para invertir en infraestructura de la CFE”.
Cuestionado si no simpatizaba con la propuesta de la oposición de dar tarifa cero a grupos vulnerables, madres solteras, hospitales y escuelas, dijo que duda de ello “por los artilugios legaloides que suelen utilizar los del PRI, los del PAN y los del PRD”.
Sobre el destino de la CRE y la Cenace, agregó que al igual que el INE y el INAI, deben desaparecer porque fueron creados para establecer un gobierno paralelo empresarial.
En pausa inversiones
Iberdrola, por su parte, anunció que puso en espera el incremento de proyectos de energías limpias en el país y en cambio explora nuevas oportunidades en otros negocios y la generación distribuida.
Según datos publicados en la prensa, la española tiene instalados en México 10,511 megavatios distribuidos en siete parques eólicos, tres fotovoltaicos, 12 centrales de ciclo combinado y cuatro de cogeneración.
LEG