China reportó el miércoles siete nuevos decesos por covid-19 en Shanghái, elevando a 17 el número de víctimas mortales por este brote que las autoridades no consiguen contener a pesar de semanas de confinamiento.
Las nuevas víctimas eran pacientes con patologías previas, como cáncer de pulmón o diabetes, y cinco de ellas tenían más de 70 años, indicaron las autoridades municipales.
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Los pacientes “se pusieron gravemente enfermos después de su admisión al hospital y murieron después de infructuosos intensos de rescate, siendo la enfermedad previa la causa directa de la muerte”, dijo el gobierno local de Shanghái en un comunicado.
La contagiosa variante ómicron ha provocado un fuerte repunte de casos en esta ciudad de 25 millones de habitantes, donde el gobierno ha impuesto duras restricciones a la movilidad y múltiples rondas de testeos masivos.
Las órdenes de confinamiento para gran parte de su población han hecho mella económica y socialmente, con muchos residentes mostrando su enfado en redes sociales por la escasez de comida y los problemas para acceder a otros tratamientos médicos.
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Aun así, los contagios siguen siendo elevados. El miércoles, la ciudad informó de más de 18.000 nuevos casos, la mayoría asintomáticos.
Desde marzo, Shanghái ha registrado más de 400.000 infecciones y el lunes anunció las primeras muertes vinculadas a este brote.
El balance oficial de fallecimientos es bajo respecto al número de casos, aunque algunos ponen en duda esos datos, especialmente teniendo en cuenta la baja tasa de vacunación de la población anciana en China.
Como comparación, Hong Kong, que también tiene a muchos ancianos no inmunizados, ha registrado casi 9.000 fallecimientos en un total de 1,18 millones de casos por el brote de ómicron estallado en enero.
A pesar de este brote, China ha evitado crisis sanitarias de la magnitud vista en otros países gracias a su política de cero covid, consistente en confinamientos precoces, testeos masivos y fuertes restricciones fronterizas.
Mientras la mayoría de países del mundo tratan de convivir con el virus, Pekín sigue defendiendo esta estrategia a pesar de los problemas provocados por los últimos brotes en las cadenas de suministro y de producción.
Las autoridades han elaborado una “lista blanca” de industrias y compañías clave para que puedan seguir con su actividad. Más de 600 de estas firmas se encuentran en Shanghái, el principal motor económico del país.
klcg