La organización denunció dificultades crecientes en países como México, Brasil, El Salvador, Nicaragua o Venezuela. FOTO: Cuartoscuro  

Las amenazas a la libertad de prensa se han exacerbado en América Latina, con récords de periodistas asesinados y encarcelados, medios allanados y legislaciones restrictivas, advirtió la Sociedad Interamericana de Prensa.

“Estamos cerrando un semestre negro para el periodismo de las Américas”, dijo Carlos Jonet, a cargo de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, en la apertura de su reunión de medio año que concluye este jueves de manera virtual.

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La organización denunció dificultades crecientes en países como México, Brasil, El Salvador, Nicaragua o Venezuela, donde trabajadores de los medios se convierten en blanco de ataques de líderes políticos y, por extensión, de sectores de la sociedad.

En Brasil, señala la SIP, la situación es “preocupante” debido a la “postura antiperiodística” del gobierno de Jair Bolsonaro, que “fomenta la violencia” contra quienes informan y promueve el boicot hacia los medios.

Como ejemplo, menciona la petición reciente del mandatario ultraderechista a empresarios de no invertir en publicidad de periódicos.

“El presidente, sus aliados políticos y sus simpatizantes continúan obstaculizando constantemente el libre ejercicio” del periodismo para azuzar “la agresividad” de cara a las elecciones en octubre próximo, sostiene el informe del organismo, con sede en Miami.

El crimen organizado y el avance de legislaciones restrictivas también suponen graves amenazas a la hora de denunciar temas fundamentales como la corrupción.

La SIP subraya la peligrosidad del oficio en México, donde 16 periodistas han sido asesinados en el último año, la mayoría con antecedentes de amenazas de grupos criminales y solicitudes de protección.

Según la ONG Artículo 19, citada en el reporte sobre México, las críticas directas y públicas del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia medios y periodistas rondan casi las 2.000. Desde 2018, los ataques a miembros de la prensa aumentaron 85%.

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“El presidente López Obrador no ha dejado de acusar a los comunicadores del país de ser parte de una conspiración empresarial para afectar a su gobierno”, afirma la SIP, al recordar que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le solicitó al mandatario mexicano, hasta ahora sin éxito, retirar el espacio que dedica cada semana a criticar a la prensa.

– Leyes mordaza, presiones políticas –
El presidente de la SIP, Jorge Canahuati, describió el panorama de la libertad de prensa en la región como “desconsolador”.

“El irrespeto al trabajo de los periodistas y de los medios es colosal, tanto de dictadores, gobernantes autoritarios, narcotraficantes y funcionarios democráticos de la boca para afuera”, estimó.

El informe referente a El Salvador denuncia que el gobierno de Nayib Bukele ha implantado reformas penales, una ley mordaza y la vigilancia mediante programas informáticos para “estrangular” la libertad de de expresión y de prensa.

Nicaragua, por su parte, vivió uno de los tiempos más “sombríos” para ejercer el periodismo durante el proceso electoral de noviembre del año pasado, cuando el presidente Daniel Ortega resultó electo para un cuarto mandato consecutivo.

Ocurrieron 661 ataques contra medios y periodistas, en su mayoría cometidos por instituciones o funcionarios del Estado, dijo el reporte de la SIP.

Ataques a medios de prensa en otros países también fueron condenados por la organización regional.

En Venezuela se destaca el caso del diario El Nacional, confiscado tras un cuestionado juicio por difamación impulsado por el número dos del chavismo, Diosdado Cabello; en Argentina, la sede del diario Clarín fue objeto de un ataque con bombas molotov en noviembre por encapuchados; y en Colombia, instalaciones de dos medios resultaron dañadas por un carro bomba.

– Sostenibilidad económica –
Para Canahuati, la “endeble” situación económica que acorrala a muchos medios supone otra amenaza a la libertad de prensa, con consecuencias directas en la calidad de las democracias en momentos en que la desinformación con fines propagandísticos experimenta un auge inédito.

“No hay un medio que está libre del yugo de las crisis económicas, la intrínseca, que tiene que ver con la reducción de la publicidad, otrora el mayor sostén, y la del contexto de crisis económica general de nuestros países”, señaló.

En su resolución final, la SIP hace énfasis en que la sostenibilidad financiera de los medios informativos es un requisito indispensable para su independencia.

Y en tiempos de primacía de grandes plataformas como Google y Facebook, aboga por legislaciones favorables a proteger el papel de los medios y por acuerdos de remuneración de contenidos con las compañías digitales para garantizar la supervivencia del periodismo profesional en internet.

klcg