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Foto: Especial Las exportaciones no solo son de tipo definitivas, sino que hay dos clases.  

Desde hace ya muchos años que la crecida de las exportaciones se ha convertido en un fenómeno cada vez mayor. Este crecimiento no se ha aplicado sólo a las grandes empresas como Amazon, Apple o Microsoft, sino también a las pequeñas y medianas compañías de gente trabajadora, humilde con sueños de hacerse con un gran capital y alcanzar el éxito, gracias a sus productos y la buena administración empresarial.

Sobre todo en países latinoamericanos como México, Colombia, Chile y Argentina, el envío de mercancías a naciones extranjeras se encuentra en pleno auge y promete ser un negocio que durará para siempre pero que, a su vez, siempre necesitará actualizaciones, mejor preparación, innovaciones y mucho más. En este sentido, los nuevos entrepreneurs requerirán de una preparación exhaustiva y estudios profundos del mercado.

Consideraciones sobre el comercio internacional

De todas formas, estamos hablando de los peligrosos mares del comercio internacional, en los cuales, para navegar de forma segura, es imperativo que cualquier empresa grande (y también las PyMEs) que desee exportar productos y servicios al extranjero, pueda ser autosuficiente en el sentido financiero. Es decir, que no se quede sin dinero para continuar con sus operaciones. Aquí es donde aparecen las empresas de factoraje.

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Sin embargo, antes de entrar en detalles sobre el factoring, hay varios aspectos de las exportaciones que debemos tener en cuenta a la hora de comenzar a hacer envíos dirigidos a otros países. Muchas personas pretenden simplemente lanzarse a enviar cosas al exterior, pero el planeamiento y la gestión de las pequeñas y medianas empresas debe ser meticuloso, planeado y considerado.

Las exportaciones no solo son de tipo definitivas, sino que hay dos clases. En primer lugar existen las exportaciones temporales, las cuales son necesarias para completar el proceso de producción de un bien específico.

Por ejemplo, si queremos vender té de algún tipo específico, podremos hacer crecer nuestras propias plantas, aunque necesitaremos que alguien más, se encargue de triturar las hojas y envasarlas. Para ello acudimos a otra empresa del exterior que se encargue de esas tareas y luego traemos nuestro producto de nuevo a nuestro país. Este es el caso más clásico de la exportación temporal en la actualidad y puede aplicarse a cualquier producto.

En segunda instancia, tenemos a las exportaciones definitivas o permanentes, que son las más conocidas por todos. Se trata de enviar productos al extranjero a fin de que una empresa distribuidora venda nuestros bienes a cambio de un porcentaje determinado que marca dicha empresa.

Por otra parte, el aspecto de lo legal es otra de las cuestiones más importantes a tener en cuenta, sobre todo lo que respecta a los permisos legales, tanto de nuestra nación como del país al que pretendemos exportar. Para dar algunos ejemplos que encontramos en cualquier caso: certificados de origen, permisos de salubridad, declaración de aduana y muchos otros “papeles” esenciales.

En conclusión, cualquier emprendedor que haya alcanzado un triunfo local en sus ventas y encuentre interés por su producto en otros países requerirá tener ciertos conocimientos y estudios para hacer trámites de exportación seguros, legales y rentables. No hay por qué preocuparse en este sentido, dado que todas las herramientas para aprender, las tenemos al alcance de la mano gracias al Internet.

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La importancia de las empresas de factoraje internacional

En tanto a lo que refiere a la financiación y mantenimiento de las empresas exportadoras, existen determinadas compañías de industria fintech que se han convertido en instrumentos esenciales para ellas. Estas se conocen como empresas de factoraje o también “factores”, y las exportadoras las utilizan para asegurar su propio crecimiento, la calidad de sus servicios y la continuidad básica de su existencia, en casos más urgentes.

A fin de ganar liquidez, muchas exportadoras necesitan cobrar cuentas de otras empresas. El problema es que este cobro puede durar de uno a tres meses, dependiendo el contrato, y en muchas ocasiones las empresas en ese lapso pueden llegar a quedarse sin capital. En casos como estos, las compañías suelen dirigirse a bancos para sacar créditos, aunque estos, suelen cobrar porcentajes desorbitantes y dejarlas en aún mayor deuda.

El servicio de factoring existe justamente para este propósito, así como para otros más. Los factores garantizan que las empresas exportadoras cobren sus respectivas facturas sin apuros económicos y de forma prácticamente inmediata. Así, las exportadoras evitan problemas de estructura e inestabilidad, como un declinamiento de sus operaciones y la baja de calidad de sus productos.

Ventajas principales de los factores

De esta manera, el capital de las exportadoras continúa circulando de forma constante, sin riesgos de quiebra o de endeudamiento, algo muy común entre las que apenas comienzan a operar. Las empresas de factoraje, entonces, aseguran una liquidez capital a las exportadoras a cambio de un tanto por ciento por dicho trámite que es incomparable a las presiones económicas a las que las somete una entidad bancaria.

Entre otros beneficios, colaboran a estabilizar el ahorro de capitales a las empresas y facilitan el cobro de facturas en el haber, como indicamos anteriormente. La consecuencia inmediata de esto es un incremento de ganancias de las empresas exportadoras en un plazo muy corto. De llegar a esto, las oportunidades de crear otras sedes de la empresa, comprar más recursos y asegurar una continuación de la compañía serán mucho mayores.

Al mismo tiempo, estando al día con los sueldos, mejorando el ambiente laboral y comprando insumos de mejor calidad, las exportadoras tendrán la posibilidad de forjar relaciones excelentes y fructíferas con sus clientes, tanto locales como internacionales. En muchos casos, estas buenas relaciones permiten hacer tratos más sólidos y prometedores, algo que alarga la vida de cualquier PyME confiable y de renombre.

Afortunadamente, con las compañías dedicadas al factoraje internacional de nuestro lado, tanto las grandes como pequeñas y medianas empresas, tendrán muchas más posibilidades de éxito en el mercado exterior, conocido por ser muy competitivo. Esto, de todas formas, no frena a aquellos soñadores que están determinados a plantar una semilla con esfuerzo para que en un futuro crezca un frondoso y rico bosque.

JC