En México el 3 de mayo se festeja todos aquellos artesanos de la construcción. En este día los albañiles celebran trabajando, pero también disfrutando de un convivio entre compañeros del oficio, así como adornando la Santa Cruz.
Sin embargo este medio no es nada fácil. Irving Santiago tiene 32 años y es un artesano de la construcción desde los 15, tras una vivir una infancia llena de limitaciones el joven optó por dejar la escuela a un lado y dedicarse a esta gran labor: “Cuando estaba pequeño mi madre y mis hermanos vivíamos en un pequeño cuartito con techo de cartón, un día me cansé de eso y decidí que yo iba a construir mi casa y así fue”.
Te podría interesar: Con un “copita de champagne” abuelita invita a festejar los 70 años de su negocio
Irving comenzó trabajando como aprendiz lo que coloquialmente se conoce como chalán, pero sus ganas de aprender y salir adelante hicieron que en tan solo tres años se convirtiera, en maestro albañil; Trabajado en diferentes compañías como ICA, CARSO, entre otras y participando en grandes construcciones como la Central de abastos de Chicoloapan, La Universidad Autónoma Metropolitana de Iztapalapa y llevando a trabajar en otros Estados como Oaxaca, Veracruz y Cuernavaca.
Te podría interesar: Te contamos cómo pedirle a Google que elimine tus datos personales de sus resultados de búsqueda
Y aunque es un trabajo que requiere gran esfuerzo físico Irving se siente muy orgullo y feliz de contribuir en esta gran labor aunque poco reconocida dice él: “En las grandes obras preguntan el nombre de los arquitectos, de los ingenieros, sin pensar que los que nos llevamos la parte más difícil del trabajo somos nosotros los albañiles, pero aun así me gusta mi trabajo, todavía pertenezco a la generación que no tiene miedo en ensuciarse las manos”
GR