La evaluación de desempeño es un método a largo plazo que considera el futuro del empleado. Este va mucho más allá del alcance de objetivos de una empresa y mide aspectos esenciales que se requieren del capital humano tales como: competencias, cualidades, potencial y su capacidad de crecimiento. Esto sugiere que un trabajador con mejores habilidades y destrezas será más competente que un trabajador con más experiencia.
Un ejemplo de ello es que un vendedor no haya logrado los mismos objetivos que su compañero. Pero ¿Es esto suficiente para que se justifique una promoción del trabajador que sí pudo? ¿Se tiene una visión amplia de la atención brindada al resto de sus clientes? ¿Se tiene en cuenta la influencia del área de ventas?
Es imposible considerar todas estas variables en una evaluación por objetivos. Pero actualmente las evaluaciones están dirigidas a validar las competencias de un empleado. La pregunta ya no es cuánto generó en ingresos un empleado. De hecho, la pregunta es, si el empleado tiene las habilidades necesarias para desempeñar sus funciones, si trabajó duro o como parte de un equipo.
La evaluación de competencias tiene en cuenta el potencial del empleado, no tanto el desempeño real. Por lo tanto, es mejor tener habilidades básicas para luego desarrollar los aspectos técnicos.
Beneficios de la Evaluación de desempeño
- Las habilidades son cualitativas, pero la evaluación puede ser cuantitativa
Podemos señalar el trabajo en equipo, por ejemplo. Pero dada la dificultad de ponderar las habilidades, la evaluación suele ser informal y basada en cómo se relaciona con sus compañeros de trabajo. Los resultados se obtienen a partir de la retroalimentación de los jefes directos, subordinados, clientes internos y externos o pares.
- Permite recabar información sobre las estrategias de trabajo.
La evaluación por habilidades da una visión general de los métodos de trabajo. Mientras que la evaluación del desempeño se preocupa por los resultados obtenidos, la evaluación por competencias se enfoca en la forma de hacer las cosas. Por lo tanto, podemos rectificar nuestro plan de acción para hacerlo mejor la próxima vez.
- Los resultados ofrecen información sobre la eficacia del entrenamiento
La evaluación de competencias ayuda a centrarse en el desarrollo de los empleados. El objetivo es crear un sistema de entrenamiento que le permita mejorar.
Por ello, es necesario fomentar la formación continua de los empleados y las empresas juegan un papel fundamental en este tema.
¿Cómo estructurar un plan de evaluación de desempeño?
Antes de realizar la evaluación de habilidades y destrezas, es necesario determinar las aptitudes a analizar y los parámetros para evaluar al empleado. Los criterios dependen de la función y el rol que éste desempeñe dentro de la organización.
Estas son algunas habilidades profesionales a evaluar: liderazgo, autonomía, integridad, desempeño orientado al cliente, entre otras.
- Programar fechas de evaluación de desempeño
Planificar un cronograma de evaluación evitará sobrecargar a sus empleados y gerentes. La idea es programarlos durante los períodos de trabajo ligero. También será necesario estimar la frecuencia de las evaluaciones y retroalimentación.
Los beneficios de la evaluación continua están bien establecidos. Esto hace posible detectar anomalías y tratar los problemas lo antes posible. Para el empleado, es un medio para saber que es monitoreado y que el objetivo de esta acción es hacerlo evolucionar dentro de la empresa.
- Contar con un sistema de evaluación adecuado
Aquí es donde entra en juego la tecnología con distintas soluciones dispuestas para llevar a cabo programas de evaluación de los empleados (software evaluación de desempeño). Es una plataforma capaz de:
- Crear informes,
- Mejorar la gestión de las evaluaciones,
- Para racionalizar la retroalimentación,
- Cuadrículas de evaluación del diseño.
Con estas herramientas podrás designar responsables, revisores, plazos, crear alertas, entre otros. Las plataformas de evaluación generalmente disponen de un conjunto de funciones que te brindan varios tipos de metodologías para evaluar y adaptarse a cada necesidad de una empresa. Ver más.
- Explicar y comunicar la implementación y los resultados.
Para aprovecharlo al máximo, se debe comprender cómo funciona la evaluación y para qué sirve. Por lo tanto, se deberá comunicar a los empleados a través del canal que se considere más adecuado (reunión en vivo, por correo, intranet).
Deberá brindarse serenidad a los equipos explicando que la evaluación no es una prueba. En ese sentido, la evaluación de las competencias profesionales tiene una gran ventaja sobre la del desempeño. A medida que nos enfocamos en las habilidades, reducimos la presión sobre los objetivos.
- Retroalimentación de los resultados de la evaluación de las capacidades y habilidades
Comunicar y explicar los resultados es el último paso en la evaluación de las capacidades y habilidades profesionales. Una buena retroalimentación permite sostener la inversión de tiempo y dinero.
Otro punto fuerte de este tipo de evaluación es: hablar de competencias y habilidades estos términos, suelen ser mucho más humanos que hablar de objetivos y desempeño.
De ahí la importancia de optimizar el tiempo del departamento de recursos humanos utilizando un software de evaluación de desempeño o de gestión del talento humano. Sus gerentes tendrán más tiempo para comunicarse bien con todos sus trabajadores.
Estos procesos de evaluación hoy en día suelen estar alineados con el bienestar y armonía del ambiente laboral. Ya no son procesos creados para ser cuantificados, si no para validar las capacidades de sus grupos de trabajo y potenciarlas. Estos datos permiten corregir y mejorar aquellas estrategias grupales o áreas que no estén funcionando para alcanzar los objetivos como organización como un todo.
De estos datos recabados surgen un conjunto de áreas que pueden ser reforzadas en los distintos programas de formación que las empresas preparan para fortalecer contenidos en los que se detecten debilidades en el marco de una evaluación.
Las evaluaciones de desempeño son procesos constantes y periódicos que nunca se detienen dentro de una empresa, es una prioridad para un gerente estar siempre evaluando que cada empleado esté desempeñando sus funciones y que este las realice de forma eficiente, de lo contrario es necesario determinar los puntos débiles, para ser atendidos.