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Foto: Especial / Aquel que no recibe cantos, juegos y poesía en la infancia está en problemas, asegura la escritora mexicana María Baranda  

Aquel que no recibe cantos, juegos y poesía en la infancia está en problemas, asegura la escritora mexicana María Baranda, quien impartirá el ciclo Poesía: Primeras Letras, proyecto de divulgación de la Casa Estudio Cien Años de Soledad, lugar donde Gabriel García Márquez escribió su obra maestra.

Después del encierro, muerte y pandemia es urgente volver a la poesía, insiste. Necesitamos que algo nos conecte directamente con el pensamiento y el corazón, y eso lo hace espléndidamente la poesía. Ella conecta de inmediato el pensamiento con la emoción, lo hace más abstracto y más rápido.

Un proyecto dirigido a todo público, especialmente a docentes, padres de familia, bibliotecarios y promotores de lectura.

“La poesía es uno de los géneros literarios a los que nos podemos acercar siempre, sobre todo en momentos como los que hemos vivido a lo largo de estos más de dos años que han sido tan difíciles y tan abismales para todos nosotros. Es ella la que nos puede dar ese momento para estar mejor con nosotros mismos”, dijo a 24 HORAS la escritora María Baranda.

Para la autora de Silena y la caja de secretos, Sor Juana Inés de la Cruz: la peor magnífica, y La casa del dragón y otros poemas de horror, quien está convencida de que la palabra poética es revolucionaria, ya que “nos cambia, nos hace estar más asombrados, más presionados con este mundo”.

Con respecto al ciclo Poesía: Primeras Letras, el cual consta de seis pláticas dirigidas a todo público, principalmente a docentes, bibliotecarios y padres de familia, además de ser parte de un proyecto de divulgación.

“Esto surge luego de diversas preguntas de padres de familia, de bibliotecarios, maestros, quienes cuando se acercan a mi preguntan qué leer, qué le leen a los niños y a los jóvenes, cómo les llegan. Y, a partir de todo ello, creamos este ciclo en la Casa Estudio Cien Años de Soledad”, añadió la autora de poesía para niños y adultos.

Ella está convencida de que se pueden crear lectores desde la primeras infancias perdiéndole miedo a la poesía, que sostiene, es un experiencia estética importante que va a conectar con la emoción y el pensamiento.

“Pero sobre todo, creo que la poesía para los más pequeños es primordial. Así que con este ciclo vamos a encontrar diversas rutas de lecturas, una conversación de poemas entre poetas y el público, lo que será un diálogo sobre este fenómeno poético”.

Expresa que para los niños jugar con la lengua es como darles barro o plastilina, aprenden a jugar con el lenguaje. “No se trata sólo de elevar el conocimiento, es el pensamiento, la capacidad de aprendizaje que te da la poesía”, asegura la incansable promotora de la lectura.

Y los jóvenes, que recuperan lo que los adultos olvidadizos no ven, “recuperan la poesía cuando empieza el amor, cuando se enamoran”, dice la autora de versos de largo aliento.

Baranda está convencida de que la palabra poética te hace cambiar, cambia tu relación con el mundo.

“Vamos a iniciar este curso con las etapas vivenciales, cruzando por el pensamiento simbólico que inicia en la primaria y después con los jóvenes porque la poesía es para todo mundo, para todo público; lo que yo puedo leer, lo pueden leer otros simplemente por la sonoridad que tiene la poesía.

“Lo importante es que el ciclo tendrá lugar del sábado 7 de mayo al 11 de junio, de 11:00
a 14:00 horas, y se transmitirá por redes sociales de manera abierta y gratuita por las redes de la Casa Estudio Cien años de soledad”, finalizó María Baranda.

PRIVILEGIO DEL ASOMBRO

Gabriel García Márquez no sólo vivía la prosa, también la poesía. Tenía el privilegio de
asombrarse, de conocer el mundo de otra manera. Su mejor amigo, Álvaro Mutis, fue un gran poeta, lo que significa que Gabo no estaba leyendo a un amigo únicamente, sino que entendía perfectamente lo que estaba sucediendo en el mundo.

 

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