Es un hecho que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se encuentra saturado, lo que afecta su capacidad de operación; sin embargo, una vez más la inexperiencia y el desconocimiento del tema de los funcionarios de la Cuarta Transformación han ocasionado un cuello de botella en el sector aéreo.
La semana pasada el subsecretario de transporte de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Rogelio Jiménez Pons, adelantó que el Gobierno federal publicaría un decreto para reducir las operaciones en el Aeropuerto de la Ciudad de México, Benito Juárez y en consecuencia, las estaría trasladando al nuevo Aeropuerto Felipe Ángeles.
De esa manera, solventaría el problema de la saturación y daría más vuelos al AIFA que apenas tiene seis operaciones al día, lo que sigue generando la molestia del Presidente, quien por más anuncios que haga, no logra que lleguen más aerolíneas a su mega obra.
Las críticas a su primer gran proyecto aunadas a la inexperiencia de integrantes de su Gabinete hicieron que el primer mandatario soltara un manotazo en la mesa, y es que, ni al ex subsecretario de transporte, Carlos Morán y actual director del Aeropuerto capitalino ni al director del AIFA, Isidoro Pastor, se les ocurrió que a la par de la construcción del Felipe Ángeles, debían entablar negociaciones con las aerolíneas para lograr que operaran en esa terminal.
Y ahora pretenden obligarlas a operar en una terminal que todavía no tiene los caminos de acceso terminados y le falta infraestructura básica como cajeros automáticos, comercios y conectividad.
Desde hace tres semanas, la industria aérea ha sostenido reuniones con el Gobierno y entre los acuerdos alcanzados, existe el compromiso de Viva Aerobus y Volaris de ir aumentando paulatinamente su número de operaciones en el AIFA; pero todavía no convencen a Aeroméxico que tiene una terminal exclusiva en el Benito Juárez y que tan solo en Semana Santa se vio completamente saturada, incluso las filas para documentar salían de la terminal; pese a ello, el director del AICM, aprobó 40 vuelos extras a esa aerolínea.
Por si fuera poco, la próxima semana vendrán autoridades de la FAA (Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos) para inspeccionar el avance en la capacitación que hace la Agencia Federal de Aviación Civil mexicana, de los inspectores para regular a las líneas aéreas; se sabe que no ha sido la adecuada y por lo tanto, se ve difícil que México recupere la categoría 1 que le fue degradada en mayo de 2021 y que le impide a las aerolíneas mexicanas abrir nuevas rutas hacia Estados Unidos.
Lo cierto es que la industria aérea nacional está en una de sus peores crisis y se ve difícil que pueda solucionarse con un decreto desde el escritorio ante la falta de capacidad de los servidores públicos; mientras que los únicos afectados, son los usuarios.
Y en Pregunta Sin Ofensa:
El Gobierno capitalino no publicará el informe final de la empresa noruega DNV sobre el colapso en la Línea 12 del Metro. ¿Es en serio, Claudia?
@aguilarkarina