Este domingo, la jornada de la edición 75° del Festival Internacional de Cine de Cannes estuvo marcada por la presentación de filmes que van desde la violencia contra las mujeres, el racismo y la rapidez con la que puede surgir el odio en una comunidad, aunado a una protesta pacifica famoso certamen.
Por un lado, la actriz y directora francoitaliana Valeria Bruni-Tedeschi rindió homenaje al teatro francés y al director y autor Patrice Chéreau, que marcó un hito a partir de los años 1980 en su escuela de Les Amandiers, un homenaje a la generación de artistas de los años 1980, jóvenes llenos de sueños bajo una doble espada de Damocles: la droga y el sida.
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Subiendo de intensidad en la temática fílmica, brincamos a Occidente, que se está obsesionado con el islam y a la vez no entiende nada de esta religión”, afirmó el director sueco Tarik Saleh, cuyo filme Boy from heaven también compite por la Palma de Oro.
Casi cinco años después de El Cairo confidencial, el cineasta de 50 años vuelve con un thriller político-religioso que denuncia las derivas autoritarias del presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi y se sumerge en el mundo del islam sunita.
Mientras tanto, su colega, el director iraní Alí Abbasi mostró un retrato escalofriante de la violencia contra las mujeres en su país con Holy spider, una película que cuenta el caso real de un asesino en serie.
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Saeed Hanaei mató entre 2000 y 2001 a 16 mujeres en la ciudad santa de Mashhad, la segunda urbe del país, un lugar de peregrinaje para los chiitas en el mundo entero, pero también un lugar de tránsito de la droga entre Irán y Afganistán.
La jornada incluyó la participación del aclamado cineasta rumano Cristian Mungiu, quien vuelve con un filme sobre el racismo y la rapidez con la que puede surgir el odio en una comunidad.
RMN cuenta la historia de un pequeño pueblo en Transilvania, donde cohabitan varias comunidades, entre rumanos, húngaros o alemanes. Matthias, que trabaja en un matadero en Alemania, vuelve unos días antes de Navidad para estar con su hijo y su padre enfermo.
“A través de pequeños acontecimientos, en pequeños pueblos, intento hablar de la naturaleza humana y de la situación del mundo hoy en día, y de este sentimiento que tenemos de que las cosas no van en la buena dirección”, explica el director.
Además, una larga pancarta con los nombres de 129 mujeres asesinadas en Francia desde el último festival de Cannes fue desplegada por feministas en la alfombra roja.
La acción coincidió con la presentación de Riposte féministe un documental sobre feminicidios. Las 129 víctimas son las que han muerto en Francia desde julio de 2021, cuando se celebró el último festival. Nombres como Angélique, Evelyne, Sofya, Nadia, aparecían en negro sobre esa larga y estrecha pancarta blanca, que remontó lentamente los tradicionales peldaños del Palacio de Festivales, sostenida por las activistas del colectivo francés “les colleuses”; algunas de ellas, vestidas de negro, levantaron en lo alto de la pasarela su puño y encendieron bengalas negras.
La escena fue inmortalizada por el fotógrafo francés Raymond Depardon, cuyo hijo Simon realizó con Marie Perennès, el documental, que muestra a esas activistas pegando carteles durante la noche en los muros de las ciudades francesas, para denunciar la violencia contra las mujeres.
LEG