Está en los colores de su bandera, un azul celeste que representa la vastedad de sus cielos y un sólido amarillo para los campos de trigo que, cuando alcanzan su madurez, enmarcan el paisaje en tonos dorados. Hoy, eso está por perderse como efecto de la invasión rusa a Ucrania.
Durante el primer día de la llamada “misión especial militar” de Vladímir Putin, el 24 de febrero pasado, los bombardeos alcanzaron un almacén de Dimitri Matuliak, granjero que vio reducirse a cenizas unas 400 toneladas de alimento para animales. Hoy observa incrédulo la casi inminente hambruna que se avecina para Ucrania y para quienes se beneficiaban de sus exportaciones, afectadas también por el bloqueo marítimo de Moscú.
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Antes de la invasión, Ucrania era “el granero del mundo”, exportaba 4.5 millones de toneladas de productos al mes desde sus puertos, incluyendo 12% del trigo mundial, 15% del maíz y la mitad del aceite de girasol. A la fecha, unos 20 millones de toneladas de productos alimentarios han sido bloqueados en Ucrania, según las autoridades locales.
El bloqueo del Kremlin sobre el Mar Negro ha provocado la devastación económica, y el país está por perder, en descomposición, los millones de toneladas de cereales de la cosecha de verano a falta de actividades de exportación. Nadie sabe en dónde pondrá el trigo de la temporada.
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“Es brutal que un país desperdicie comida así y que otra gente se quede pobre y hambrienta (…) Es una atrocidad, es una salvajada. No hay otra forma de decirlo”, dice Matuliak, el granjero de 62 años a quien se le siguen estrellando los ojos después de las pérdidas de febrero, y la muerte de muchos de sus conocidos durante estos tres meses de guerra.
La semana pasada, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió sobre las amenazas de inseguridad alimentaria que la guerra ha traído para millones de personas.
Desde marzo, el portugués ya alertaba sobre el inminente aumento de precios a la comida: “esto podría provocar una escalada del hambre y la pobreza, con graves consecuencias para la estabilidad mundial”.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
LEG