De las cuatro mil 116 plantas tratadoras de aguas residuales que existen en el país, mil 330 se encuentran inoperantes debido a que los municipios no tienen la capacidad técnica ni económica para operar, mantener, modernizar o mejorar esta infraestructura hidráulica, reconoció el subdirector de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de la Conagua, José Mario Esparza Hernández.
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Al participar en la Semana Nacional de la Infraestructura Transformadora organizada por la Comisión de Infraestructura de la Cámara de Diputados, el funcionario expuso que la rotación del personal en los organismos operadores originado por los cambios administrativos agrava la situación.
“Las causas del por qué están fuera de operación es porque no se les da el mantenimiento adecuado, porque el costo operativo de esta infraestructura el municipio no lo puede pagar, a veces porque es un proceso muy especializado y complejo para los municipios, o tienen insumos muy costosos.
“También el tema del pago de la energía eléctrica, que a raíz de la última reforma se les incrementó casi al 100% el costo de energía eléctrica a estas instituciones y que actualmente tienen una tarifa industrial, siendo que son organismos que dan un servicio a la población”, expresó Esparza Hernández.
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Aclaró que en muchos de los casos las plantas que están en el abandono no porque los municipios no quieran operarlas sino que les resulta imposible la operación y es consecuencia, entre otras razones, de una mala planeación.
Por ello destacó la importancia de tener un enfoque de sustentabilidad en los proyectos, sobre todo en comunidades pequeñas donde la calidad del agua no requiere de un proceso muy sofisticado, para evitar que impacte por sus costos operativos.
El subdirector de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de la Conagua también reconoció una disminución en las inversiones federales, pero lo justificó argumentando que ahora se hace de manera más específica para atender necesidades puntuales de los municipios.
En la presentación que hizo en la Cámara de Diputados mostró una gráfica de las inversiones federales para subsidios del agua de 2012 a 2022 y en la que se observa un desplome de ésta en 2017, al pasar de diez mil 350 millones de pesos un año antes a tres mil 538 millones de pesos hace cinco años.
A partir de ese año la inversión no se recuperó pues los mayores montos de inversión se dieron en 2018 con tres mil 437 y en 2022 con tres mil 406 millones de pesos.
LEG