México no alcanzó la meta de generación de energías limpias en 2021, ni la alcanzará en 2024 y será hasta 2035 cuando las logre, lo que implicará una disminución de inversiones y menor competitividad, de acuerdo con especialistas.
Los incumplimientos en las metas de energía limpia no tienen sanciones directas, pero disminuyen la atracción de inversiones, ya que muchas empresas atienden acuerdos internacionales ambientales, de acuerdo con Arturo Carranza, experto en el sector energético mexicano.
“En el panorama internacional, los bancos, los inversionistas ponen mucha atención de que las empresas que requieran financiamiento sigan algunos criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) que tienen lógica en el contexto de los acuerdos de París”, explicó.
Una de las consecuencias más importantes será la pérdida de competitividad del país, agregó Víctor Ramírez Cabrera, experto en temas energéticos y exdirector de la Asociación Nacional de Energía Solar.
“El problema es que muchísimas empresas buscan ser cero emisiones en los siguientes años, hay algunas que plantean que para 2035 van a ser cero emisiones. Entonces van a migrar obviamente a países donde tengan certeza de que pueden cumplir con sus acuerdos, con sus compromisos corporativos de energías limpias (…) y México saldría del mapa”, manifestó el también socio de la consultoría Perceptia21 Energía.
Ramírez Cabrera explicó que los compromisos que no cumplirá el país son derivados de la firma de los Acuerdos de París, y si no llega a sus metas, que fueron autoimpuestas, lo que sucederá es que las naciones que sí cumplan podrán aplicar aranceles a las que no lo hicieron.
“Ahí México tendrá un segundo punto por el cual dejará de ser atractivo. De por si no puedes cumplir con tus obligaciones y no eres atractivo para las inversiones, ahora súmale que si fabricas en México y mandas a Estados Unidos que sí está cumpliendo podrías tener aranceles que incrementen el costo”, indicó.
Ana Lilia Moreno, especialista en temas energéticos en México Evalúa, dijo que México saldrá del mapa de oportunidades y no será tomado en cuenta para muchas opciones.
“En el mercado financiero cada vez es más importante la capacidad que pueden tener las empresas de bienes y servicios para poder entregar al mercado productos realizados o fabricados con energías limpias”, expresó.
La Secretaría de Energía indicó en el Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional que el año pasado se generaron 70 mil 563.43 gigavatios por hora, lo que significó el 29.5 % de la energía total, cuando la meta era de 30%.
Justificó que ese 0.5% faltante se debió principalmente al impacto negativo del Covid-19, el aplazamiento de la operación de proyectos de generación privados y públicos, así como por suspensiones judiciales a instrumentos de planeación que garantizarían una incorporación segura de centrales de generación de energía intermitente (como la eólica o la solar).
Sin embargo, aseveró la dependencia, tras la resolución de la Suprema Corte que validó los cambios de 2021 a la Ley de la Industria Eléctrica será posible incorporar la generación limpia proveniente de centrales hidroeléctricas, geotermoeléctricas y nuclear de la CFE, que actualmente no pueden ser despachadas en su totalidad por dar prioridad al mercado eléctrico.
En el instrumento que describe la planeación anual del Sistema Eléctrico Nacional con un horizonte a 15 años, el Gobierno además admitió que no podrá alcanzar la meta de 35% fijada para 2024, sino hasta 2030. Incluso consideró que la trayectoria del comportamiento esperado de las metas de energía limpia se alcanzará en 2035, y que a partir de 2036 será cuando se superen.
El Gobierno aseveró que cuando se estableció en la Ley de Transición Energética la meta (LTE) para 2024, no se evaluó la viabilidad técnica y económica que garantizara la confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional, como establece la LTE, así como la evolución tecnológica de la electrónica de potencia asociada a las centrales eléctricas FV (fotovoltaicas) y EO (eólicas) sus efectos en la robustez eléctrica de los SEP (Sistemas Eléctricos de Potencia), así como la madurez de los sistemas de captura y confinamiento de dióxido de carbono.
“Se observa que, para alcanzar las metas a 2024, la viabilidad económica y técnica para una integración de gran magnitud que permitan la integración de generación renovable/limpia para ese año no es factible como se observó por parte de la Sener (Secretaría de Energía) en 2017 y 2018”, apuntó.
La administración sostuvo que su política energética en materia de electricidad prioriza el presupuesto para la expansión y modernización de la Red Eléctrica para los proyectos instruidos para la confiabilidad y continuidad del suministro eléctrico, la cual considera una actividad prioritaria para el desarrollo nacional sobre la “conexión desordenada y costosa de generación intermitente”.
Si bien las energías renovables se caracterizan por su variabilidad, los pronósticos meteorológicos pueden predecir las condiciones climatológicas y así hacer planeación, por lo que el argumento del Gobierno no es del todo válido, apuntó Ana Lilia Moreno.
“Se puede resolver con la ciencia, con tecnología, con una planeación adecuada y además, tenemos todavía un Cenace (Centro Nacional de Control de Energía), un operador independiente que tiene la tecnología para poder estimar los flujos de energía que requiere el sistema”, señaló.
Consideró que el incumplimiento del Gobierno muestra al mundo una voluntad muy débil para impulsar la transición energética, descarbonizar la economía, impulsar las energías renovables y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Un cambio radical en la visión de la política energética que no está alineado con los criterios que ya son un consenso internacional”, dijo.
Oscar Ocampo, especialista en temas energéticos en el IMCO, expuso que la forma en que el Gobierno asume la generación intermitente implica que no se puede planear o pronosticar, pero es falso.
“Eso es una justificación para cerrarle la puerta a las energías renovables. La única razón por la cual no vamos a alcanzar estas metas es porque le cerramos la puerta a la inversión de energías renovables. Le cerramos la puerta para beneficiar a la Comisión Federal de Electricidad, esa es la razón de fondo”, enfatizó.
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