Dice el presidente Andrés Manuel López Obrador que está pensando en que el Gobierno pase de la “austeridad republicana’’ a “la pobreza franciscana’’ para “darle más a la gente’’.

Pero si la “vuelta de tuerca’’ que plantea darle al presupuesto solo se convierte en dádivas, no sumará riqueza sino pobreza, como lo demuestran las cifras que recientemente dio a conocer el INEGI.

En el sexenio que más programas sociales existen, se ha registrado el retroceso más importante en los niveles de ingreso de la población ocupada.

Si el Presidente no lo ha visto, no estaría mal que sus asesores en materia económica y financiera le pasaran el resultado de la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que el INEGI actualizó el 23 de mayo pasado.

De acuerdo con el ejercicio estadístico, millones de mexicanos han visto disminuir significativamente sus ingresos desde el primer trimestre del 2019 al primer trimestre del presente año.

Los resultados son contundentes:
En el cuarto trimestre de 2018, el número de mexicanos que ganaban hasta 1 salario mínimo fue de 8.5 millones en cifras cerradas.

Para el primer trimestre de 2022, el número de mexicanos que recibía hasta un salario mínimo aumentó a 19.1 millones en cifras cerradas.

Los mexicanos que ganaban más de dos salarios mínimos y hasta tres, sumaban, en el cuarto trimestre de 2018, 9.9 millones y el mismo segmento de la población ocupada en el primer trimestre de este año, suma 5.7 millones.

En el primer trimestre de 2022, los mexicanos que ganan más de tres y hasta cinco salarios mínimos suman 2.3 millones, pero en el último trimestre de 2018, sumaban 6.9 millones.

Quienes ganaban más de 5 salarios mínimos en el último trimestre de 2018 sumaban 2.4 millones de mexicanos; la cifra se redujo en el primer trimestre de este año a 826,267 personas.

Los datos duros demuestran el deterioro terrible que han tenido las percepciones de todos los segmentos de la población.

Destaca el hecho de que los mexicanos que perciben de 1 a 3 salarios mínimos, en lugar de reducirse, aumentó exponencialmente, mientras que el número de mexicanos que percibían mayores ingresos se redujo también sustancialmente.

En porcentajes, los mexicanos que ganaban hasta un salario mínimo representaban, al último trimestre de 2018, 15.87% de la población total ocupada, en tanto que ese mismo segmento representó 34.19% en el primer trimestre de este año.

Los mexicanos que ganaban 3 o más salarios mínimos eran, en el último trimestre de 2018, el 17.45% del total de la población ocupada, mientras que para el primer trimestre de este año el porcentaje se redujo a 5.59%.

Cierto, la población ocupada aumentó de 53.7 millones en el cuarto trimestre de 2018 a 56 millones en el primer trimestre de 2020, pero como los números demuestran, son empleos con salarios apenas de supervivencia.

****
Porfirio Muñoz Ledo no se anduvo por las ramas y de plano afirmó que el presidente López Obrador tiene un “contubernio’’ con el narco que cree que puede heredar a su sucesor.

En la misma línea, el exgobernador de Sinaloa, Francisco Labastida Ochoa, advirtió que “hay indicios’’ de que, efectivamente, desde el Ejecutivo se esté privilegiando al Cártel de Sinaloa.

Obviamente la reacción de los morenistas no fue defender al Gobierno, sino revivir los presuntos nexos de Genaro García Luna con ese cártel.

Lamentablemente ese es tema del debate nacional.

Desgraciadamente.

LEG