Journey llega a México como un ejemplo de la transición que Grupo Stellantis tiene contemplada para esta década. Esta SUV que se producía en el país años atrás, cuenta con un nuevo diseño que claramente se aleja de lo conocido y que ofrece novedades interesantes, empezando desde su origen.
Ahora producida en China y con una carrocería tomada del modelo GS5 de GAC, marca china con la que Stellantis hizo mancuerna desde años atrás, Dodge le dio su toque para generar una identidad propia.
La diferencia en el diseño se ve en el frente con una parrilla negra tipo panal, le da una mayor esencia al estilo Dodge, además de tener la inscripción de la marca al lado del faro izquierdo.
Ese toque más rudo cambia la perspectiva y hace más reconocible esta SUV, que por el resto de la estructura, se muestra novedosa. Un ejemplo son los faros, los cuales son más estilizados, mientras que los faros de niebla dejan la forma circular clásica.
Podemos ver una musculatura más definida como la línea de hombro y también unos rines bitono que le vienen bastante bien, pues aunque es un nuevo diseño, se conserva sin grandes florituras.
La parte trasera es una de las más atractivas al contar con unos ópticos unidos por una línea lumínica horizontal, un spoiler y un parachoques más prominente con un difusor estético en cromo.
El interior lleva materiales de buena manufactura. Superficies acojinadas en la mayor parte del habitáculo y una buena calidad de ensamble. El tono oscuro prevalece por mucho.
El volante no es tan propositivo como se esperaría. Un pequeño inserto en cromo estilo V y los controles al volante le dan un poco más de impacto visual.
La consola es de lo más ameno con una palanca de cambios tipo martillo, selector de modos de manejo, portavasos, cargador por inducción y una pantalla de 8 pulgadas que queda un poco a deber por el área que cubre y lo que realmente proyecta al momento de usarla, pues aparenta ser de menor tamaño.
Los asientos con tapicería de piel sintética son conservadores. No cuentan con un diseño atrevido, pero sí con buen gusto y con la comodidad suficiente para cualquier viaje.
En el espacio para los pasajeros cumple sin mayor problema. Una primera fila en la que piloto y copiloto pueden ir con dimensiones tremendas, mientras que en la segunda fila pueden viajar tres personas sin estar contenidos.
En lo que a la conducción respecta, Journey ofrece lo necesario para desplazarse con agilidad y confort. La aceleración responde con su ligero lag y la mantiene constante. No hay algo más que lo probado con otros vehículos del segmento, por lo que cumple con los requisitos para competir.
La suspensión en ciudad destaca por su solidez al pasar por caminos no tan bien conservados, pero no castiga a sus pasajeros con golpes secos en el habitáculo.
La dirección es un tanto más suave de lo común y eso para algunos es favorable por un manejo más confortable. En nuestro caso no encontramos mayor problema y se disfruta bastante.
El motor es un DCVVT Turbo que prioriza la autonomía, le queda bien, aunque no es quizá el bloque que dé más emociones al momento de exigirle. Cumple, buen trabajo, nada extraordinario.
¿Es un competidor a tomar en cuenta? Seguro que sí. Con una competencia fuerte en el segmento, Journey es una alternativa fresca, con acabados que destacan y que en su conducción no quedará a deber. No se encontrará algo disruptivo, solo la garantía de una buena SUV que va en favor de que las producciones chinas siguen aumentando la calidad.
FICHA TÉCNICA
DODGE JOURNEY
Desde 577,900 pesos
MOTOR
Turbo 1.5L DCVVT
169 caballos de fuerza
195 lb-pie de torque
Transmisión automática
6 velocidades
SEGURIDAD
6 bolsas de aire
Frenos ABS
Control de tracción
Sensores de estacionamiento
TECNOLOGÍA
Pantalla táctil de 8”
Conectividad Apple y Android
Cámara 360
Sistema de audio y video de 8 bocinas
LEG