Siguiendo los pasos de algunos de sus vecinos, España busca adoptar medidas en contra del desperdicio de alimentos en restaurantes y supermercados, un problema que cada año lleva al basurero casi 1.3 millones de toneladas de comida y bebida, equivalentes a 250 euros por persona, según el gobierno de Pedro Sánchez… pero la multa podría salir mucho más cara.
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Hay una guerra en el este de Europa, y las consecuencias ya se dispersan por toda la región, sumándose a los problemas que de por sí ya existían en cada país. Recientemente, la discusión entre Moscú y Occidente abrió un nuevo capítulo, al advertir que la cosecha de cereales de Ucrania -uno de los principales graneros del mundo-, corre el riesgo de perecer almacenada, sin posibilidades de ser exportada por mar desde el territorio.
En este escenario, España ahora busca penalizar el desperdicio, como ya lo hacen en Italia y Francia, una medida que casi por accidente ayudaría a paliar la escasez y subida de precios que se avecinan, y que afectan siempre de forma más grave a quienes tienen menos recursos.
El proyecto prevé multas por incumplimiento que van de los 2 mil a los 64 mil dólares. Pero el ministro de Alimentación, Luis Planas, aseguró que no se trata de las multas, sino de una medida de concientización.
Los nuevos destinos de los perecederos, contemplan mecanismos de donación a organizaciones y bancos de alimentos. Si ya no son aptos para el consumo humano deberán transformarlos en otros productos como jugos o mermeladas o, en última instancia, garantizar que sirvan para consumo animal o composta.
Además, los restaurantes deben facilitar a sus clientes -sin costo adicional- envases para llevarse las sobras, una práctica poco extendida en España.
CON INFORMACIÓN DE AFP
CIFRA
1, 360, 000
toneladas de alimentos que España tira al año
LEG