Vivimos en un mundo donde la fantasía, usualmente, nos da esperanza. Las cintas y series de superhéroes, en particular, son una luz capaz de guiar a la sociedad en sus más oscuros momentos. Incluso las propuestas más lúgubres dentro de este tipo de historias siguen siendo en general lo mismo: la lucha del bien contra el mal donde la persona más poderosa de espíritu es la vencedora.
¿Pero qué pasa cuando los súper no son tan héroes? ¿Qué pasa cuando se retrata esa imagen como algo siniestro? ¿Qué pasa cuando los buenos no son realmente “los buenos”?
Es por eso que The Boys, una de las cartas más poderosas de Amazon Prime, me enganchó desde el primer episodio. Porque aquí se explora qué ocurre cuando a personas arrogantes y déspotas se les otorgan habilidades sobrehumanas.
La premisa es la siguiente: Hughie, un humano común y corriente, sufre una pérdida trágica por culpa de un supuesto superhéroe. Por venganza, él se une a un grupo de civiles, conocidos como “The Boys”, con el fin de derrotar a estas figuras míticas, así como a Vought, la compañía detrás de la creación del fanatismo y culto hacia los “héroes”. Durante esta serie, la audiencia presenciará momentos sangrientos y gráficos, giros de tuerca, y una tesis fuerte: ¿qué pasa cuando las personas equivocadas reciben una cantidad inconmensurable de poder?
Esta serie es grotesca y brutal. Mas esas características mantienen nuestros ojos pegados a la pantalla, porque su discurso es, lamentablemente, real. Harvey Weinstein, el productor de Hollywood victimario de varios actos de acoso y abuso sexual, Donald Trump, e incluso figuras antiguas como Adolf Hitler, o intimidantes como Putin, hacen eco a este discurso. En la realidad, la mayoría de las personas, al ser complejas, suelen ser incapaces de manejar su poder con cautela, causando como consecuencia destrozos al orden social y a la calma.
Usar a los superhéroes como metáfora para los políticos es de por sí algo brillante, mas también funciona como una analogía al poder que ejercen los famosos. En la serie, los superhéroes, por supuesto, también son influencers, y deben pensar en cómo sus discursos, eventos, así como sus acciones, le darán beneficio a la empresa para la cual trabajan. A la par con la realidad, las celebridades también ejercen una cantidad desmedida de poder, con la cual pueden salir favorecidos de cualquier situación, sobre todo si estas personas son hombres blancos heterosexuales.
The Boys duele, sorprende, desgarra. Mas justamente saca a relucir un propósito clave del arte: desenmascarar la realidad y hacernos examinarla desde una perspectiva crítica. Nos hace pensar dos veces si este tipo de películas y series ya lo dijeron todo o no.
The Boys está disponible en Amazon Prime, con nuevos episodios cada viernes durante la transmisión de su tercera temporada.
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