Desde que la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia por Covid-19, el virus que mantuvo al mundo encerrado durante meses no ha dejado de cobrar víctimas y quebrar economías. Esta semana, uno más ha caído.
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Visita obligada para turistas, memorable escenario de película y anfitrión de visitantes ilustres como la reina Isabel II, el famoso restaurante flotante de Hong Kong, Jumbo, salió de la ciudad luego de que la pandemia acelerara las consecuencias de los problemas económicos que presentaba desde hace casi una década.
Diseñado como un palacio imperial chino de 76 metros, con capacidad para 2 mil 300 invitados, abundan en la web fotografías de los largos y detallados dragones dorados que resguardaban la entrada. Para llegar, el recinto facilitaba cortos viajes en barcas que transportaban a las visitas desde los puertos más cercanos.
Ayer, la embarcación abandonó poco antes del mediodía el refugio contra tifones situado en el sur de la isla de Hong Kong, en el puerto de Aberdeen, donde llevaba amarrado casi medio siglo.
Aunque la empresa de inversiones Melco International Development, con sede en Hong Kong y propietaria del restaurante, hizo cuanto estuvo en sus manos para salvaguardar un recinto emblema de la ciudad portuaria -incluso ofrecieron donarlo a alguna organización sin fines de lucro que estuviera dispuesta a hacerse cargo-, los gastos de mantenimiento terminaron por rebasar la situación, pues su cierre en 2020 a causa de la crisis sanitaria hizo que se reportaran pérdidas por unos 12.7 millones de dólares.
En mayo anunciaron que Jumbo abandonaría el centro financiero antes de que expirara su licencia en junio, pero no se informó del nuevo destino.
Según la empresa, el establecimiento ya no era rentable desde 2013.
Inaugurado en 1976 por Stanley Ho, el rey de los casinos de Macao que murió en 2020, Jumbo era un referente del lujo y la cultura asiática. Según el South China Morning Post, contaba con un “trono de dragón” al estilo de la dinastía Ming y un lujoso mural.
“Fue un símbolo de Hong Kong durante muchos años”, dijo Wong, un residente de unos 60 años, ante la partida.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
LEG