México se ha encontrado entre los cinco países con mayores niveles de captación de remesas que, si bien representan beneficios económicos para las familias que las reciben, también han ayudado a mantener la dinámica del mercado interno nacional.
Prueba de ello fue el récord de 51 mil 586 millones de dólares que ingresaron al país el año pasado, según datos de Banxico, que representaron el 4% del PIB.
TE PUEDE INTERESAR: Aumentan 18.0% remesas en el primer trimestre
Particularmente en 2021, México desplazó a China del segundo lugar de los países receptores de remesas, situación atribuida a las estrictas restricciones de movilidad en la nación asiática por el Covid-19, pero también por los apoyos económicos de Estados Unidos en los sectores agrícolas y de la construcción en los momentos más críticos de la pandemia, beneficiando a los migrantes mexicanos que se emplean en esos rubros.
Especialistas reiteran que no es un logro del Gobierno, sino de los mexicanos que se aventuran a vivir en condiciones vulnerables en países extranjeros, ya que en su lugar de origen no encuentran las oportunidades para desempeñarse adecuadamente.
TE PUEDE INTERESAR: Tienen abril histórico las remesas enviadas al país
“Es muy importante el aporte que hacen, pero es una cuestión de la que no nos tenemos que sentir necesariamente orgullosos, porque el migrante no se va porque quiera, sino porque no encuentra oportunidades aquí en el país”, expuso Enrique Díaz Infante, director de Sistema Financiero del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
Datos del Inegi refieren que el 67.7% de la migración se debe a la búsqueda de trabajo. En ese sentido, Díaz Infante apuntó que en México no se están generando las debidas oportunidades laborales, con sueldos competitivos, que les permitan garantizar un bienestar socio-económico.
Luis Andrade Rosas, especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, destacó que las remesas han sido un factor importante que han mantenido a flote la economía nacional, pero si se tuviera que mencionar una parte negativa “es que le están haciendo la chamba al Gobierno”.
“El pro es que afortunadamente la economía mexicana se sigue moviendo por ayuda de las remesas, el contra es que a costa de situaciones precarias de migrantes indocumentados y de la pérdida de mano de obra calificada”, indicó.
LEG