Juan Carlos Tapia Vargas, empresario ligado al tráfico de combustible y al caso Odebrecht, fue señalado por participar como subcontratista de empresas en la refinería de Dos Bocas, una de las obras insignia de la cuarta transformación.
En 2017, agentes federales descubrieron una toma clandestina de un ducto de Pemex a un predio de Construcciones Industriales Tapia (Citapia).
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Sin embargo, aunque se abrió una investigación en la Fiscalía General de la República (FGR), está determinó el no ejercicio de la acción penal contra el dueño de la empresa, pues justificó que en inmueble lo tenía arrendado.
Tapia Vargas participó como socio de Odebrecht en México, en la obra de reconfiguración de refinería en Tula, cuya empresa dio sobornos a Emilio Lozoya.
Además, la Función Pública la multó en 2019 con 206 millones de pesos e inhabilitó, porque presentó información falsa para obtener contratos con Pemex en Nuevo León.
Ahora, Juan Carlos Tapia, según una investigación de Néstor Ojeda y Víctor Hugo Arteaga, es señalada de ser subcontratista de la transnacional Samsung, con al menos cuatro empresas que funcionan a través de prestanombres y dan servicios en la refinería de Dos Bocas.
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Para evadir la inhabilitación de Citapia, la publicación de Xpectrofm, indica que el empresario de origen hidalguense integró el grupo de empresas con amigos y empleados, entre otros, para evitar que figurara su nombre.
Una de las empresas ligadas a Juan Carlos Tapia, denominada Mepi, destaca el reportaje, se convirtió en una de las principales empleadoras de Tabasco a raíz del trabajo que realiza para la transnacional Samsung en la refinería, que el Gobierno prevé echar a andar en etapa de pruebas en los próximos meses.
LEO