La abrupta alza de tasa de la Fed y las promesas de mayores aumentos alimentan las advertencias de que la única salida al azote de la inflación en Estados Unidos es una recesión, que suele definirse técnicamente como dos trimestres al hilo con contracciones.
El banco central sigue esperanzado en poder frenar la actividad y la demanda, enfriando el vertiginoso ritmo de la inflación, sin hacer descarrilar a la mayor economía del mundo. Pero crece el escepticismo sobre las posibilidades de éxito.
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El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que la recesión no es la meta, pero bajar la inflación “expeditamente” es “esencial” dado que es algo vital para una economía saludable. Pero Kathy Bostjancic, economista jefe de Oxford Economics en Estados Unidos, advirtió que “se hace muy difícil enhebrar esa aguja”.
La buena salud del mercado laboral y la fuerte demanda de los consumidores, ayudada por una sólida reserva de ahorros, juegan a favor de la Fed, y podrían apoyar la actividad incluso cuando la economía se enfríe.
Con el giro hacia la priorización del endurecimiento agresivo de las condiciones crediticias, por ahora lo mejor que podría esperar la Fed es un aterrizaje “suave”, que incluiría un aumento del desempleo.
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Steve Englander, del Standard Chartered Bank y otrora economista de la Fed, no espera una recesión y dijo que el desempleo podría no tener que aumentar tanto para alcanzar las metas de la Fed. Pero el banco central deberá reducir la demanda, y “será doloroso, aunque no sea una recesión técnica. El riesgo de recesión está aumentando y lo hace de forma rápida”.
Intensifica lucha contra inflación
La Reserva Federal anunció el miércoles un alza a su tasa clave de 75 puntos base, el mayor incremento en casi 30 años. El severo aumento se produjo cuando la Fed enfrenta una intensa presión para frenar la subida de la gasolina, los alimentos y la vivienda.
LEG