Solo aquellos que se adaptan mejor a su entorno logran reproducirse: esta simple teoría darwiniana, extrapolada a las redes sociales, explica el último giro dado por la desinformación en Colombia durante la contienda por el balotaje presidencial de 2022.

Verificadores de datos advierten que han sido acechados por montajes cada vez “más refinados”, videos manipulados “milimétricamente” e incluso usuarios usurpadores de sus marcas, todo en una atípica campaña que enfrentó al excéntrico empresario Rodolfo Hernández y al exguerrillero Gustavo Petro.

“La desinformación se ha sofisticado. (…) Y eso hace mucho más difícil comprobar que [el contenido] tiene problemas”, señaló a la AFP Ana María Saavedra, directora del medio verificador Colombiacheck, al citar una decena de tuits falsos “casi perfectos” atribuidos a los aspirantes y a figuras políticas relevantes en los días previos a la cita electoral del domingo.

Coincidió Juan Esteban Lewin, director editorial del portal La Silla Vacía y responsable de su Detector de Mentiras. En diálogo con la AFP explicó que esto responde a “una vida natural de las desinformaciones: primero salen aquellas que son muy burdas y fácilmente son desmentidas”, pero luego se complejizan porque sus creadores aprenden a evitar el fact-checking.

Ejemplo de ello fue la captura de pantalla de un tuit, que se viralizó rápidamente, en el que Petro supuestamente acusaba a su rival de usar la desaparición de la hija de este último como estrategia de campaña política. Aunque la imagen podría pasar como verídica, el servicio de verificación de la AFP no halló rastro de ese tuit y el político lo calificó como falso.

AFP Factual tampoco encontró registro de una presunta publicación en Twitter vinculada al expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) y que anunciaba “un acuerdo político” con Hernández.

Manipulaciones milimétricas y el limbo

“Otra de las notas que se sofistican es esa de Petro y su pacto con Satanás, vemos cómo cortaron y editaron muy bien esos vídeos”, añadió Saavedra sobre una secuencia difundida durante toda la campaña electoral que fue manipulada para sacar de contexto un discurso del aspirante en el que criticaba a pastores religiosos.

“O también [en la grabación en la que Petro dice] ‘Yo no soy un Chávez’ y le editaron [para que pareciera que asegura] ‘Soy un Chávez’. Esas ediciones tan milimétricas las estamos viendo mucho en estas elecciones”, precisó.

A ojos de los editores de Colombiacheck y la Silla Vacía, signatarios de la Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN, siglas en inglés) junto la AFP, la desinformación electoral encontró otro mecanismo de camuflaje en el humor y en el limbo derivado de entender o no su chiste.

“Encontramos que hay cosas que para mí o para alguien puede ser evidentemente humor, porque tenemos el contexto de dónde viene el meme, pero no lo es necesariamente así para las audiencias”, apuntó Lewin.

De su lado, Saavedra considera que, como plan para “adaptarse a la adaptación” de los bulos, es vital “aprender a usar la inteligencia artificial” e “invertir en crear herramientas nuevas”, además de cruzar datos con la academia que “no solo permitan verificar la desinformación sino entender cómo se mueve”.

Cambio de eje y peligros

La segunda ronda electoral del domingo, en la que están habilitados para votar 39 millones de colombianos, también generó un viraje en los intereses desinformadores, luego del sorpresivo paso de Hernández.

Como comprobó el equipo de investigación digital de la AFP, el eje de la desinformación saltó de Petro y su fórmula vicepresidencial, Francia Márquez, en primera vuelta a Hernández en el balotaje. AFP Factual verificó afirmaciones falsas sobre supuestas inhabilidades, promesas de campaña y declaraciones del aspirante.

Además, varios peligros acecharon a los verificadores en la campaña. Uno de ellos fue destacado el 10 de junio por la ONG colombiana Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), que denunció que usuarios habían suplantado en Twitter las plantillas gráficas de Colombiacheck para desinformar e incluso se hicieron pasar por sus periodistas.

Aunque una de las cuentas fue suspendida y algunos tuits fueron eliminados, “estos ataques obstaculizan el trabajo” y “generan desconfianza en las audiencias”, advirtió el organismo.

Colombiacheck y La Silla Vacía también alertaron sobre la dificultad de contactar con los candidatos para desmentir la desinformación.

“Tenemos una dificultad en este momento con la campaña de Rodolfo Hernández, a partir de unos contenidos de fact-checking, pero también otros que no les han gustado”, denunció Lewin. “Ya dijeron que nos bloquean, que no nos hablan, y eso nos ha afectado”, dijo.

“Es muy raro cuando contestan. Ha sido una dificultad en el trabajo”, precisó la directora de Colombiacheck.

LDAV