La justicia es una palabra que de manera sistemática ha ido desapareciendo -en la práctica- del diccionario del Estado mexicano.
Lamentablemente y a pesar de las promesas de campaña, la actual administración no ha logrado disminuir la violencia y delincuencia en el país, por el contrario, el nivel de impunidad ha incrementado a grado tal que 94.8% de los delitos que se cometen no alcanzan una sentencia, no tienen un juicio y no logran la reparación del daño, es decir quedan impunes, de acuerdo con México Evalúa.
La semana pasada en la comunidad de Papatlazolco, municipio de Huauchinango, Puebla, un grupo de pobladores -ahora criminales- decidieron hacer “justicia” por propia mano al retener y linchar, privando de la vida, al joven abogado Daniel Picazo González, en una acción sin justificación.
La turba amedrentó incluso a los elementos de seguridad de dicha comunidad, quienes nada pudieron hacer para salvar la vida de Picazo González.
Y así como en Puebla, en diversos estados del país las autoridades encargadas de la seguridad también han perdido territorios frente a los grupos criminales.
Tan sólo en los últimos siete días, un centenar de personas con armas de alto poder, encapuchadas y con chalecos antibalas tomaron un mercado en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, con saldo de una persona muerta y donde tampoco intervinieron elementos policiacos para evitarlo.
En Texcaltitlán, Estado de México, se registraron enfrentamientos entre civiles armados y elementos policiacos que dejaron más de una decena de muertos; además de los casi 100 asesinatos diarios a quema ropa, en lugares públicos y a cualquier hora del día ocurren en todo el país.
Y mientras todo esto sucede, el Gobierno federal no tiene intención alguna de modificar su estrategia de seguridad, que pareciera ser la no intervención de las Fuerzas Armadas y elementos policiacos para detener y combatir a los grupos criminales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador conoce perfectamente lo que sucede en el país, y por ello sorprende que no esté dispuesto a actuar para recuperar los territorios ganados por la delincuencia.
Desde que inició su Gobierno ha sostenido que los asesinatos son entre bandas criminales, y con ello intenta justificar su inacción, pero la semana pasada sus declaraciones fueron tajantes y todo parece indicar que dejará actuar, así con total impunidad, a los grupos violentos.
Dijo que en los lugares donde predomina una banda fuerte no hay enfrentamientos y no hay homicidios, y que estos se dan en donde existe competencia por el territorio. Pero, ¿la competencia no tendría que ser del Estado por recuperar esas zonas controladas por el crimen organizado?
Y en Pregunta Sin Ofensa:
¿Tras casi seis meses encarcelado sin elementos de prueba, habrá alguna reparación del daño del Gobierno de Veracruz a José Manuel del Río Virgen?
@aguilarkarina